Cómo crear una empresa agrícola

Aunque las estadísticas indican el abandono de la España rural y el abandono de los campos, lo cierto es que el cultivo de la tierra sigue siendo un negocio necesario no solo como creador de puestos de trabajo, sino también como creación de recursos básicos del país. Por ello, algunas personas se plantean regresar al campo y explotar la tierra dedicándose al cultivo de uno o varios productos.

Es cierto que crear una empresa agrícola no es precisamente el negocio más sencillo del mundo, exige ciertos conocimientos sobre el tipo de tierra, los cultivos que se tienen planeados y, en general, un saber hacer que antes se ganaba habiendo trabajado en el campo desde muy jóvenes, en explotaciones familiares. Pero eso no quiere decir que sea imposible levantar desde cero una empresa agrícola y convertirla en un auténtico negocio rentable, solo hay que tener en cuenta algunos aspectos propios y específicos de este tipo de negocios. Por ello vamos a ver los pasos iniciales para saber cómo iniciar una explotación agrícola.

Antes incluso de elaborar el plan de negocio, lo primero que debéis hacer es pensar muy bien y elegir a qué tipo de producto o productos vais a producir. Estudiarlo y conocer el mercado donde tenemos pensado moverlo y las necesidades para su explotación. Está claro que no será lo mismo una plantación de maíz que una de olivos, un monocultivo y que una explotación de dos o más tipos de productos. Además, si vamos a montar un invernadero, la licencia será distinta, igual que con una explotación de agricultura ecológica.

La elección del producto o productos va a determinar en gran medida el resto de aspectos de la empresa y va a tener un peso importante en el plan de negocio.

Tan importante como el producto será la tierra. Debemos estudiar y conocer la calidad del suelo en el que vamos a plantar nuestro producto o productos; ¿es adecuado para lo que queremos plantar?, ¿es más una tierra de cultivos de secano o de regadío?, ¿ofrece los recursos suficientes para nuestra idea de negocio?, ¿tenemos el espacio suficiente que requieren algunos cultivos?

Y sobre todo, ¿disponemos de la tierra o tenemos que comprarla? Porque esto va a tener un impacto importante en el cálculo de los costes; no será lo mismo heredar una tierra, que tener que comprarla. En el primer caso deberemos estudiar qué se ha venido plantando en ella, si es rentable seguir con ello o, en caso de decidir cambiar de cultivo, si el producto que queremos producir podrá medrar en ella. En el segundo caso, antes de comprar cualquier terruño, deberemos estudiar sus condiciones, recursos disponible y su idoneidad para cultivar el producto o productos que tenemos en mente.

Cuando ya hayamos decidido qué vamos a plantar y dónde, podremos elaborar nuestro plan de negocio para nuestra empresa agrícola. Con el plan de negocios podremos determinar costes, estimar la demanda de nuestro producto, conocer el mercado en el que nos vamos a mover, en definitiva, tener una visión de los requisitos para ser un empresario agrícola.

Así que para poder realizar un buen plan de negocio para la empresa agrícola tendremos que estudiar el entorno y la tierra, ¿contamos con un acceso fácil al gua?, ¿tenemos buenas comunicaciones?, ¿vamos a poder contratar mano de obra cualificada?, ¿hay una demanda especial de nuestro producto?, ¿hay pocos productores dedicados a nuestro producto?, ¿cómo están los precios de venta a distribuidores?, ¿o vamos a apostar por distribuir nosotros mismos nuestro producto?, ¿tenemos pensando implementar el uso de nuevas tecnologías, como los drones, en nuestra explotación?

Junto al plan de negocio, también deberemos realizar un análisis de lo que va a necesitar nuestro producto para crecer y los costes que se van a derivar de ello, porque en este tipo de negocio es muy importante tener muy controlados los flujos de gastos e ingresos previstos.

En cualquier caso, después de terminar nuestro plan de negocio, deberíamos elaborar un análisis DAFO para determinar las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades de nuestra empresa agraria.

Pongamos que queremos montar una pequeña explotación agrícola, pero orientada hacia el agroturismo, un tipo de turismo de rural que atrae a la gente. El análisis DAFO que podríamos elaborar con esta idea sería así:

Tras el análisis DAFO, siempre podéis elaborar sobre él el análisis CAME, con el que todavía iréis un paso más allá, ya que a través de este análisis podréis elaborar una serie de estrategias para afrontar y corregir amenazas y debilidades y mantener y explotar fortalezas y oportunidades del negocio agrícola que hayáis decidido montar.

Todo este estudio precio y análisis os debería facilitar la creación de un plan de viabilidad con el que poder estudiar la rentabilidad a corto, medio y largo plazo de vuestra futura explotación agrícola. Este plan es una buena forma de determinar costes e ingresos y el equilibrio necesario entre ellos para que el negocio siga adelante.

De cara a los costes iniciales para comenzar una explotación agrícola tendremos que tener en cuenta:

• El precio del suelo si debemos comprar la tierra
• La ubicación del terreno (está bien comunicado o no)
• Preparación de la tierra (si nunca se ha trabajado, es posible que antes de plantar nada debamos acondicionarla)
• Instalaciones auxiliares (¿necesitamos almacenes, almadías, dormitorios para los empleados o nosotros, cobertizos para el equipo, etc.?
• Maquinaria agrícola
• Impuestos y tasas

Tenemos la tierra y el producto, sabemos lo que nos va a costar y cómo debemos empezar. Pero antes de empezar, debemos cumplimentar una serie de trámites previos a iniciar nuestra actividad agrícola.

Como ocurre para realizar cualquier otra actividad económica, primero debemos decidir qué forma jurídica vamos adoptar, si vamos a darnos de alta como empresario agrícola, es decir, crearemos una sociedad limitada (o incluso anónima), o nos daremos de alta como autónomo, o quizás contemos con varios socios y prefiramos constituir una cooperativa. Elegir una u otra forma jurídica va a determinar los trámites e impuestos que deberemos afrontar en el futuro, por lo que es importante escoger la que más se adecue a nuestro tipo de negocio.

Sí, la imagen de marca también va a ser un elemento importante para nuestra empresa agrícola. El branding va a dotarnos de una imagen con la que se asociará nuestro producto y nuestros valores; por ejemplo, si somos una empresa que produce cultivos ecológicos, deberemos potenciar dicha imagen verde y respetuosa con la naturaleza para atraer a un determinado tipo de clientes que compartan esos intereses por el medio ambiente.

Ponerle el nombre adecuado a nuestra empresa agrícola puede que nos resulte un poco complicado, pero elegir un buen nombre con el que se asocie inmediatamente nuestro producto y su calidad es importante en el largo plazo. Os dejamos varios consejos para ello:

• Buscad la originalidad, alejaros de nombres que ya existan o se parezcan a ellos
• Se puede jugar con las palabras y asociaciones con nuestro producto
• Que sea fácil de recordar
• Si vamos a usar Internet para la promoción, estaría bien que pudiese usarse como dominio
• Que se pueda combinar con el logo
• Consultar con nuestros amigos, familiares o socios

En caso de que la imaginación se os quede corta, siempre podréis recurrir a agencias de naming como Vibranding o Baud.

Un buen nombre debe acompañarse de un buen logotipo, una imagen que os identifique de manera inequívoca a vosotros y vuestro producto y a vuestros valores. Es posible que podáis combinar nombre y producto en vuestro logo, pero a no ser que seáis unos buenos diseñadores, os recomendamos que contratéis a alguna empresa o profesional para que os diseñe un buen logotipo. A este diseñador deberéis darle toda la información necesaria para que pueda crear ese logo que tenéis en mente.

Pero si preferís hacerlo vosotros, en Internet podréis encontrar algunas plataformas gratuitas en las que diseñar vuestro logotipo, tales como Hachful, GraphicSprings o LogoMake.

Logotipo y nombre no son más que dos elementos de lo que con el tiempo se convertirá en vuestra imagen corporativa, por ello deberán aparecer en cartelería, envases, tarjetas de visita, facturas, albaranes, etc. Nuestro trato con clientes y proveedores, la calidad de nuestro producto, la forma de trabajarlo y trabajar la tierra, nuestra relación con la comunidad, nuestros precios, etc., serán lo que irá conformando la imagen corporativa de nuestra empresa agrícola con el paso del tiempo.

Aunque montar una empresa agrícola no se diferencia mucho de montar una empresa de cualquier otra índole, sí que debéis tener en cuenta algunos aspectos diferentes. Por ejemplo, ¿vais necesitar alguna licencia especial? ¿Existen normativas especiales de comunidades autónomas o provinciales?

También debéis pensar en si vuestra tierra necesita trabajarla antes para poder pasar a plantar vuestros cultivos (acequias, cercados…). Además del tipo de maquinaria que podéis necesitar para ello (tractores, arados, cosechadoras…), así como la posible mano de obra que vayáis a poder necesitar para plantar y recolectar, y las instalaciones necesarias para almacenamiento y guardado de maquinaria.

Si vamos a tener que perforar un pozo para tener acceso al agua, vamos a necesitar una licencia del ayuntamiento de turno y de la confederación hidrográfica en la que nos encontremos.

Si vais a apostar por el uso de nuevas tecnologías, es posible que necesitéis equipos informáticos y programas especializados en la agricultura.

En cualquier caso, podréis encontrar toda la normativa legal vigente sobre agricultura en el área de legislación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Y antes de empezar nada, deberéis estar dados de alta en el Registro Mercantil para poder comenzar a funcionar.

Los tramites legales para una empresa agrícola variarán según la forma jurídica que hayáis elegido. En esta guía nos hemos decantado por una Sociedad Limitada, que es una de las formas más habituales.

• Elegir una denominación social que no exista y daros de alta en el Registro Mercantil
• Abrir una cuenta bancaria a nombre de la empresa para depositar el capital social
• Redactar los estatutos de la sociedad
• Firmar ante notario la constitución de la empresa agrícola
• Obtener el NIF provisional en el Registro Mercantil
• Tramitar el alta de actividad agrícola en el IAE en Hacienda y el alta censal
• Alta definitiva en el Registro Mercantil y obtención del NIF permanente
• Solicitar la licencia de actividad y aquellas otras que puedan ser necesarias

Una vez dados de alta como empresarios agrícolas y con todos los trámites obligatorios cumplidos, podremos dar comienzo a nuestra actividad.

Un detalle importante, si queréis poder optar a algunas de las subvenciones y ayudas del Estado, la UE o de la comunidad autónoma, es importante que os deis de alta como Agricultor en Activo, es uno de los requisitos para optar al PAC (Política Agrícola Común) o del Fondo Europeo en el marco del Programa de Desarrollo Rural, ambos todavía vigentes.

Aunque la tierra y las semillas son lo más esencial para poder comenzar a trabajar en nuestra empresa agrícola, vamos a necesitar más cosas para poder operar.

Instalaciones:

Seguramente vamos a necesitar un lugar dónde almacenar nuestras cosechas antes de servirlas a los proveedores o a los clientes finales. Además de las semillas y otros productos que sean necesarios para el trabajo de la tierra y el crecimiento de nuestro producto.

También necesitaremos un lugar donde guardar la maquinaria y aperos necesarios para nuestro trabajo.

Quizás tengamos que construir acequias o perforar un pozo.

Y si nuestros trabajadores que necesitan pernoctar en la explotación, tendremos que construir las instalaciones adecuadas para ello.

Maquinaria:

Las máquinas que vayamos a necesitar dependerán del tipo de cultivo que estemos desarrollando; por ejemplo, la aceituna no se recoge de la misma forma que la uva, ni el trigo o la cebada. Cada tipo de cultivo necesita un tipo de recolección diferente, aunque algunos compartan técnicas.

Actualmente, está empezando a ser habitual el uso de drones para controlar las plantaciones, así que quizás pueda resultar interesante hacerse con uno (aunque es necesario tener licencia de piloto para poder usarlos)

Si vamos a emplear softwares para una mejor gestión de la explotación, necesitaremos de equipo informático adecuado.

Con nuestra explotación ya creciendo, llega el momento de pensar en la administración de la misma, porque tampoco nos vamos a escapar del papeleo y las obligaciones fiscales y contables que toda empresa debe cumplir a la hora de operar en España.

Las obligaciones fiscales y contables de una empresa agrícola dependen mucho del tipo de forma jurídica que hayáis escogido para empezar esta actividad económica. La causística es muy amplía, por lo que para saber más sobre ello, sin que no extendamos demasiado, os invitamos a leer nuestra guía sobre tipos de empresas según su forma jurídica, donde vais a poder encontrar la información necesaria.

En cualquier caso, estas obligaciones no se diferencian mucho de las de otras empresas. La mayor diferencia será para el autónomo agrícola, quien podrá optar por acogerse al Régimen Especial de la agricultura, ganadería y pesca de cara a la declaración del IVA.

Si esta parte os resulta complicada, recordad que podéis solicitar la ayuda de un buen asesor o, incluso contratar a un gestor contable y fiscal.

No podemos decir que haya una formación específica para poder desarrollar una empresa agrícola, pero evidentemente tener los conocimientos necesarios sobre el sector, la tierra, los productos que vamos a cultivar, el mercado y sus necesidades de dichos productos, así como sobre cómo trabajar la tierra y el producto o productos, será fundamental para tener éxito y no correr riesgos innecesarios.

Saber cómo aplicar el uso de las nuevas tecnologías en el campo será un plus para aquellos empresarios agrícolas que apuesten por ello.

Las empresas agrícolas también deben contar con un plan se Seguridad y Riesgos Laborales adaptado a las necesidades y características propias de este sector. Como norma general, para empresas de 6 trabajadores o menos, podréis elaborar vosotros mismos el Plan de Prevención de Riesgos Laborales, siempre de acuerdo con la normativa vigente. Si tenéis más trabajadores, ya tendréis que recurrir a la contratación de un servicio externo para que lleven a cabo las visitas, la evaluación y la prevención de riesgos en nuestras instalaciones.

En cualquier caso, el plan deberá recoger los riesgos propios de este tipo de trabajo:

• Caídas a diferente nivel
• Manejo de maquinaria pesada
• Golpes y cortes por objetos o herramientas
• Exposición a temperaturas altas o bajas
• Manipulación de productos químicos…

Vuestra empresa agrícola deberá hacer frente a la misma exigencia de protección de datos en vigor con la aprobación de la RGPD. Así que si manejáis datos personales de clientes y proveedores, deberéis cumplir una serie de obligaciones:

• Nombrar a un responsable para el tratamiento de datos
• Llevar un registro de las actividades de tratamiento según la procedencia de los datos
• Informar de la recogida de datos y los fines a los que se destina
• Advertir si los datos se cederán a terceros
• Obtener consentimiento expreso
• Firmar acuerdos de confidencialidad con clientes y proveedores
• Si tenéis página web, incluir apartados diferenciados y visibles para la política de privacidad, cookies y aviso legal
• Comunicar a los interesados los canales a través de los que pueden ejercer sus derechos sobre sus datos

Vuestra empresa ya está rodando, ahora veamos algunos consejos para convertirla en un negocio de éxito y asegurar su crecimiento en el tiempo. Para esto podremos hacer uso de diferentes herramientas online y offline.

A nadie se le escapa que estamos en la era digital y que cualquier empresa debe intentar tener presencia en las redes, es una forma de conseguir promocionarse, a veces a bajo coste, y llegar a muchos más clientes potenciales, sobre todo si nuestra empresa agrícola es una pequeña explotación que vende unos valores verdes y ecológicos.

Página web

Una página web puede ser un buen portal para darnos a conocer entre clientes y proveedores. Nos puede servir para promocionar nuestra imagen de marca y nuestros valores, hasta podríamos usarla como plataforma de venta directa y ahorrarnos los canales de distribución. En cualquier caso, debería contar con:

• Quién somos
• Dónde estamos
• Qué plantamos
• Contacto
• Tarifas
• Blog para hablar sobre nosotros y lo que hacemos y cómo lo hacemos
• Galería de imágenes y vídeos
• Responsabilidad social corporativa
• Tienda
• Bolsa de empleo

Redes Sociales

Las redes sociales pueden complementar a vuestra página web, son una forma rápida y “barata” de publicidad, con mucho alcance y que os puede ayudar a ser algo más originales, sobre todo si sois activos y cercanos con la gente que os haga preguntas y participe en vuestros canales.

SEO/SEM

La presencia en la Red está muy bien, pero si la aplicación de las debidas técnicas de SEO y SEM, quizás quedéis perdidos entre un mar de empresas y negocios. Estas técnicas os ayudarán a posicionar vuestra página y redes en lo más alto de los buscadores, de manera que vuestro nombre sea de los primeros que la gente vea cuando busque conceptos relacionados con vuestro producto.

No son técnicas sencillas de conocer y aplicar, por lo que lo mejor será recurrir a empresas especializadas en ellas, como Innova Publicidad u Optimizaclick.

La promoción offline todavía sigue siendo importante y funcional, desde el famoso boca a boca, a la colaboración con otros productores y negocios locales, el patrocinio de eventos, el reparto de folletos, las catas, las visitas a la explotación, anuncias en prensa y radio, etc.

Ahora que tenéis más claro cómo crear vuestra empresa agrícola, os vamos a dar algunos consejos que os puedan dar alguna idea para crecer:

• Podéis complementar vuestra actividad realizando visitas con actividades a vuestra explotación, ya que el agroturismo es un tipo de turismo emergente.
• Cada día está más de moda el consumo responsable y la apuesta por la ecología y la sostenibilidad, enfocar vuestra explotación bajo esos conceptos puede atraeros a clientes que tienen muy en cuenta esos factores a la hora de hacer la compra.
• Si tenéis la posibilidad, prescindir de los distribuidores no solo puede suponer un ahorro, sino también una forma de crear lazos con los clientes finales.
• Las nuevas tecnologías pueden hacer la gestión del campo algo mucho más eficiente y ya hay agricultores que las utilizan con éxito.
• La especialización en un determinado producto tiene sus riesgos, pero si es un producto altamente demandado, puede ser una oportunidad de negocio si no hay muchos productores que lo trabajen (pasó cuando la gente empezó a comer más avena, por ejemplo).

Te informamos sobre algunas aplicaciones que te pueden ser de mucha ayuda para la gestión de tu explotación agrícola:

• Hesperides: eFoodPrint ha diseñado esta aplicación que es como un sofisticado “cuaderno de campo digital”. Con ella podréis resgistrar diferentes datos y almacenarlos en la nube, calcular costes de producción, conexión con ERP de almacenamiento, así como otras fuentes de datos.
• Riego APP: Esta aplicación móvil te servirá para gestionar el riego de tus tierras a distancia.
• Fruitbull: Esta proveedor de información ofrece datos actualizados sobre el mercado hortofrutícola tanto para productores como proveedores y supermecados. Totalmente en tiempo real, para ayudarnos a tomar decisiones sobre nuestra la gestión de nuestra explotación.