¿Me conviene trabajar por cuenta propia? ¿Cuáles son las ventajas de ser autónomo respecto a trabajar por cuenta ajena? Si te asaltan estas preguntas y estás dudando si darte de alta como autónomo, sigue leyendo.
5 Ventajas de ser autónomo
Ser autónomo es una decisión que no se puede tomar a la ligera. Supone hacer muchos sacrificios y enfrentarse al mundo laboral “a pecho descubierto”, sin el respaldo de una empresa detrás. Aun así, trabajar como autónomo también tiene sus ventajas, como puedes comprobar a continuación.
Eres tu propio jefe
Una de las grandes ventajas de hacerse autónomo es que podrás ser tu propio jefe. No tienes que acatar órdenes ni responder ante nadie más que anti ti mismo. Todas las decisiones que tomes en tu actividad profesional serán tu responsabilidad y podrás elegir siempre el camino que quieras.
Hay que decir que en ciertas modalidades de autónomo esto no es así. Por ejemplo, un autónomo dependiente es aquel que gana, al menos, un 75% de su sueldo trabajando para un solo cliente, por lo que la relación de dependencia con ese cliente es mucho más evidente.
Puedes trabajar en lo que quieras y cuando quieras
Un autónomo no tiene horarios, ni límites a la hora de ejercer su actividad. Puedes darte de alta como autónomo en cualquier profesión (salvo en profesiones en las que no cumplas los requisitos, por ejemplo formar parte de un Colegio Profesional). La flexibilidad laboral es mayor.
También puedes trabajar desde cualquier parte, no tienes límites a la movilidad laboral. Desde tu propia oficina, un espacio de coworking, desde tu propia casa o mientras estás de viaje… ¡Cualquier opción es posible!
Los trámites con Hacienda y la Seguridad Social son más sencillos
Otra de las ventajas del autónomo frente a la Sociedad Limitada es que los trámites para darse de alta son mucho más sencillos. Para crear una Sociedad Limitada hay que elegir la denominación social, redactar los estatutos, firmar la escritura pública, obtener el NIF, darse de alta en el Registro Mercantil, etc.
En cambio, el registro como autónomo se puede hacer online en unos sencillos pasos. Basta con darse de alta en Hacienda y en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) en la Seguridad Social.
En todo caso, si tu volumen de negocio aumenta hasta el punto de que quieres evolucionar a ser una empresa, siempre puedes pasar de autónomo a Sociedad Limitada.
No necesitas aportar un capital inicial
Para montar una Sociedad Limitada necesitas un capital inicial de 3.000 euros. En cambio, para ser autónomo no tienes que poner ni un euro. Eso sí, tienes que hacer frente desde el primer mes al pago de la cuota de autónomos y hacer frente a tus obligaciones tributarias (pagar el IVA y declarar IRPF).
Además, aquellos que se trabajen por cuenta propia por primera vez, pueden beneficiarse de la tarifa plana de autónomos, por lo que el desembolso en cuotas durante el inicio de la actividad no es elevado.
Puedes desgravar el IVA
Hay una gran cantidad de cosas que puedes deducirte al trabajar como autónomo: material de oficina, gasolina, dietas, ordenador y equipos electrónicos, facturas de teléfono, transporte, servicios de gestoría y un largo etcétera. Siempre y cuando, eso sí, que sean gastos derivados del ejercicio de tu actividad.
Por ejemplo, una de las ventajas de ser autónomo al comprar un coche es que te puedes deducir el 50% del IVA, si necesitas el coche para tu trabajo. Incluso, las personas que se dediquen al transporte de mercancías o pasajeros, servicios de autoescuelas o a la vigilancia y seguridad, podrá deducirse hasta el 100% del IVA en la compra de un coche.
5 Desventajas de ser autónomo
Ser autónomo también tiene su reverso negativo, sino que también tiene sus inconvenientes. A continuación te mostramos las principales desventajas de trabajar como autónomo.
Conciliación laboral y personal
Entre las ventajas de ser autónomo señalamos que una de ellas era ser tu propio jefe. Sin embargo, esto puede tener un reverso negativo. Puede que nadie sea tu jefe, pero que a la vez lo sean todos. Aunque tú decides lo que haces y cuándo lo haces, debes rendir cuentas ante tus clientes. Al final, puede suceder que seas jefe de nadie y “esclavo” de todos.
Esto puede acarrear otra consecuencia negativa. La imposibilidad de conciliar trabajo y vida personal. Muchos autónomos están asfixiados por la carga de trabajo que tienen que afrontar para llegar a fin de mes. Incluso alrededor del 50% de los autónomos renuncia a sus vacaciones por mantener su nivel de ingresos o por temor a perder clientes.
No percibes una salario fijo mensual
Al contrario que los trabajadores por cuenta ajena, los autónomos no perciben un salario fijo por su trabajo. Los trabajadores por cuenta propia cobran en función de los trabajos realizados. A más clientes, más dinero.
Otra de las desventajas de ser autónomo es que tú mismo debes imponer tus tarifas y saber por cuánto te interesa realizar un trabajo. Además, está la posibilidad de que los pagos se retrasen y que haya que “perseguir”a los clientes para que abonen la factura por los servicios prestados.
Todo esto contribuye a que muchos autónomos no tengan la estabilidad deseada, al menos no la misma que un trabajador por cuenta ajena.
Responsabilidad absoluta sobre los resultados
El trabajador por cuenta ajena acude a su puesto de trabajo y desempeña sus funciones sin preocuparse de otra cosa aparte de ofrecer un buen rendimiento.
Los socios de una Sociedad Limitada aportan dinero al capital de la empresa, pero en caso de que ésta vaya mal o genere deudas, su responsabilidad está limitada a este capital aportado. Su patrimonio personal no está en riesgo.
En cambio, otro de los inconvenientes de ser autónomo es que los resultados de su actividad repercuten directamente sobre su situación económica y su patrimonio. Es decir, tiene responsabilidad ilimitada sobre los resultados de su actividad.
La carga fiscal del empresario individual puedes ser más alta que en las sociedades
Los autónomos pagan un % de IRPF en función de los ingresos que han generado. Este porcentaje aumenta cuanto mayores sean dichos ingresos, pudiendo llegar a gravar casi la mitad de las ganancias generadas.
En cambio, una empresa tributa por el Impuesto de Sociedades, que es un % fijo, independientemente de sus ingresos. El porcentaje estándar para la mayoría de empresas es del 25%, pero hay algunas que tienen cuotas reducidas, como es el caso de las Cooperativas que solo pagan el 10%. Incluso hay sociedades que están exentas del pago de este impuesto, como las entidades sin ánimo de lucro, los partidos políticos o el Banco de España.
Debes ser multidisciplinar
La mayoría de los autónomos deben dominar numerosas disciplinas de su profesión ya que, como se suele decir, están solos ante el peligro.
Por poner un ejemplo, un periodista por cuenta ajena que trabaje en un periódico, se dedicará a la elaboración de noticias, reportajes y las tareas típicas de un medio escrito. En cambio, un periodista autónomo hará trabajos para medios escritos, online, sabrá diseñar páginas web, marketing online y tendrá que dominar muchas más tareas para no cerrarse ninguna puerta.
Además, el trabajador por cuenta propia debe llevar sus propias cuentas, realizar el seguimiento de facturas y clientes y cumplir con las obligaciones tributarias. Y todo ello sin ayuda, salvo que contrate un asesor contable o una asesoría fiscal.
Resumen: ¿conviene ser autónomo?
¿Pesan más las ventajas de un autónomo o los aspectos negativos? La respuesta es: depende. Hay ciertos casos en los que puede ser recomendable darse de alta como autónomo.
Por ejemplo, si has terminado tus estudios, una de las formas de entrar en el mercado laboral y empezar a hacer currículum es empezar como autónomo. Te aseguramos que será un buen aprendizaje. Además te podrás beneficiar de la tarifa reducida de 60 euros.
Otra situación en la que hacerse autónomo puede ser una solución es si no encuentras trabajo como asalariado. Siempre lo puedes intentar por cuenta propia.
También puede ser conveniente en el caso de que tengas una idea de emprendimiento, pero todavía no quieres arriesgarte con la creación de una empresa. Por ejemplo, una tienda online. Puedes empezar con ella como autónomo y, si tienes éxito, formar tu propia empresa.
Estas son algunas de las situación en las que ser autónomo puede suponer una ventaja. Sin embargo, la realidad es que muy pocos trabajadores por cuenta ajena dejarían sus trabajos por ejercer como autónomos (salvo excepciones).
En resumen:
- Ventajas de ser autónomo: libertad, flexibilidad, fácil darse de alta, sin necesidad de invertir.
- Desventajas de ser autónomo: inestabilidad, ausencia de salario fijo, difícil conciliar vida personal y trabajo.
Tú decides. Si necesitas más información, te recomendamos que visites nuestra sección especial dedicada a los autónomos.