Helena HernándezTras el acuerdo de los ministros de finanzas del G7, a finales del 2020 se establecerán una tasa digital y un impuesto mínimo de sociedades.
La ciudad francesa de Chantilly ha acogido el pasado miércoles y jueves a los ministros de finanzas del G7, que han negociado hasta alcanzar el compromiso de llevar a cabo un sistema a través del cual se graven los modelos de negocio digitales que no tienen presencia física en los lugares donde ejercen sus actividades, y también han acordado un nivel mínimo impositivo para las empresas.
La tasa digital y el impuesto mínimo de sociedades están en línea con lo pactado en el G20, y se establecerían a finales del 2020 en el seno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Los ministros de finanzas coinciden en que estas dos medidas son necesarias y urgentes, ya que apremia afrontar el desafío fiscal que está suponiendo la digitalización de la economía. Con estas medidas, se podrían gravar las actividades de nuevos modelos de negocio que son totalmente digitalizados independientemente de si tienen presencia física en el territorio o no.
El acuerdo ha sido un éxito de negociación que supone un consenso entre Estados Unidos y Europa, que hasta la fecha tenían una visión totalmente diferente de estos modelos económicos. Todos los ministros reunidos han señalado la necesidad de tener en cuenta varios factores como el grado de digitalización y otros aspectos que sean decididos en el marco de la OCDE.
Aun así, el ministro francés, Le Maire quiso destacar que este acuerdo del G7 no implica que su país, Francia, retire la tasa GAFA que grava un 3% del negocio generado en su territorio a empresas como Google, Amazon, Apple y Facebook que fue aprobada la semana pasada, pese a las presiones de Estados Unidos que acusa al país galo de fijarse solamente en las empresas norteamericanas.
Otros acuerdos alcanzados en el G7
Los ministros del G7 coinciden en que es necesario reforzar la «incertidumbre fiscal» y para ello han acordado una limitación de la planificación fiscal.
Por otro lado, los representantes de los países del G7, Japón, Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y Canadá, han dado importancia al hecho de fijar un nivel mínimo de tributación que se impondrá a todas las empresas, de manera que éstas paguen una cantidad económica justa de impuestos.
El ministro representante de Francia, Le Maire, ha explicado que la medida de un impuesto mínimo de sociedades tiene el objetivo de evitar una competición a la baja entre los distintos países, impidiendo el dumping fiscal (práctica que consiste en el traspaso de la sede social de una empresa a un territorio donde se paguen menos impuestos), y la evasión fiscal.
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