Estamos en plena campaña de la Renta 2019, muchos ciudadanos habrán presentado su declaración e incluso recibido ya su correspondiente ingreso si les salió a devolver, pero muchos otros todavía no la han realizado y algunos quizás cavilen en si les interesa o no presentarla cuando no tienen obligación de ello.

Y es que, como seguramente ya sabéis, si nuestros ingresos anuales no llegan a los 22.000 euros (14.000 euros si tenemos dos o más pagadores en el mismo año), no estamos obligados a presentar la declaración de la Renta, pero es posible que aun encontrándonos en esa situación, pueda interesarnos presentar la declaración. ¿Cuándo ocurre esto?

Cumplimenta y revisa el borrador de la declaración de la Renta que Hacienda pone a tu disposición y comprueba si esta te sale a devolver o pagar

Si en vuestra nómina os retienen IRPF

Es posible que aunque vuestras rentas anuales no alcancen los 22.000 euros, en vuestra nómina vuestro empleador os haya aplicado retenciones a cuenta del IRPF, en ese caso os interesa comprobar si la declaración de la Renta os puede salir a devolver. Para hacer esta comprobación es suficiente con que reviséis el borrador de la declaración.

Cumplimentar el borrador, algo que podéis hacer a través de la Sede Electrónica de la AEAT o incluso a través del móvil, es algo que nos os llevará mucho tiempo y además no os compromete u obliga a presentar la declaración, pero si os permite saber si esta os saldría a devolver o pagar.

Si al terminar el borrador (eso sí, aseguraros de que lo revisáis las veces que haga falta para aseguraros de que todo está correcto), comprobáis que la declaración os sale a devolver, bien porque os hayan aplicado una retención a cuenta del IRPF más alta o porque podéis practicar alguna reducción o deducción sobre la base imponible, entonces sí os interesará presentar la declaración, validando el borrador.

Es una forma de acreditar la inexistencia de rentas

Hay varias situaciones en las que pueden que os soliciten acreditar que no estáis recibiendo ningún ingreso, por ejemplo, a la hora de solicitar el subsidio por desempleo o la Renta Activa de Inserción. En esos supuestos, la declaración de la Renta es el documento que os van a pedir para acreditar dicha situación, por lo que contar con él es sumamente útil.

Para solicitar el abono de ciertas deducciones

Otra de las situaciones en las que os puede interesar presentar la declaración de la Renta sin estar obligados, es cuando podéis aplicar las deducciones familiares recogidas en los artículos 81 y 81.bis de la Ley del IRPF: maternidad, gastos de guardería, familia numerosa o personas con discapacidad a cargo del contribuyente.

En el supuesto de poder aplicarlas, podéis solicitar a Hacienda su abono anticipado a través del modelo 140, que, una vez comprobado que reunís los requisitos, os ingresará todos los meses el importe correspondiente a la deducción.

Como veis, hay varias situaciones en las que, aunque no tengamos la obligación de declarar el IRPF, nos puede interesar hacerlo. Y si tenéis dudas, siempre podéis acudir a vuestra asesoría más cercana y consultar con un buen asesor fiscal.

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