Las empresas de cierta envergadura permiten la entrada libre de inversores que compran y venden títulos o valores de la misma. Es lo que se denomina “acciones“, un concepto inseparable, aunque no exclusivo, de las compañías que cotizan en Bolsa o en el Mercado de Valores.
¿Qué es una acción
Una acción es la parte proporcional en que se divide el capital social de una Sociedad Anónima. La suma de todas las acciones de la compañía da como resultado la capitalización de mercado de la misma.
Los inversores de una empresa compran un número determinado de acciones. Por el simple hecho de ser poseedores de estos títulos, los accionistas no solo poseen derecho a recibir dividendos, sino también en tener voz y voto en las asambleas y acceder a balances y datos económicos.
Es decir, el valor total de la empresa está dividido en acciones. Por ejemplo, si el valor de una empresa es de 100 millones de euros y emite 10 millones de acciones, cada una de ellas tendrá un precio de 10 euros. Si el precio de las acciones sube, también lo hará el valor de mercado de la empresa.
El precio de estos títulos o valores puede fluctuar en función de diferentes condicionantes, como son la oferta y la demanda, los beneficios obtenidos o las expectativas de futuro. Los inversores esperan que el valor de la empresa aumente, para que también lo hagan sus acciones, y así poder venderlas a más precio del que las compraron.
Cuando fluctúa el valor de la empresa, también lo hace el precio de las acciones. Así, los inversores que compran acciones en una compañía tienen la esperanza de que aumente de valor, permitiéndoles vender las acciones a un precio mayor.
Tipos de acciones
El concepto que la mayoría de gente tiene de las acciones de empresa es la imagen del broker de Bolsa gritando aquello de “¡compra!” o “¡vende!”. Esta imagen de “lobo de Wall Street” podría encajar con grupos de brokers o inversores en sociedades cotizadas. Sin embargo, existen distintos tipos de acciones, no solo las de empresas que cotizan en Bolsa.
Cotizadas
Una acción cotizada es aquella que se compra y vende dentro de un mercado secundario oficial, principalmente la Bolsa. Estas acciones están sometidas a un valor bursátil que puede fluctuar.
El acceso a estas acciones es libre. En España, el índice de referencia es el IBEX35, que está formado por las 35 empresas con mayor liquidez del país.
No cotizadas
Son títulos que no cotizan en Bolsa y para las que resulta más difícil encontrar un comprador al no estar en un mercado libre de compraventa. Las acciones no cotizadas pueden ser fruto de herencias, sociedades inactivas o compañías que han salido del mercado de valores mediante una OPA de exclusión, entre otras causas.
Ordinarias
También llamadas “comunes”, son las acciones estándar, los títulos o anotaciones en cuenta genéricos que una persona obtiene al comprar acciones de una compañía. El inversor es dueño del % de la empresa que representen sus acciones, y tendrá derecho a participar de los dividendos o de la toma de decisiones. También se diferencian entre acciones liberadas y no liberadas.
Preferentes
Las acciones preferentes y privilegiadas son aquellas que otorgan un valor añadido a los accionistas. Principalmente, conceden preferencia a la hora de repartir los dividendos.
Convertibles
Son acciones que se pueden alterar para modificar sus propiedades originales, Por ejemplo, títulos ordinarios que se transforman en preferentes y al contrario, o acciones que se transforman en bonos y viceversa.
Nominativas
Las acciones nominativas son aquellas que son emitidas a nombre de un titular concreto. Este tipo de acciones son las que operan en el mercado de valores y en las Sociedades Anónimas, ya que figuran a un nombre concreto dentro del registro de accionistas.
Al portador
Las acciones al portador no se encuentran emitidas en favor de ningún titular, sino que el simple hecho de su posesión presupone su titularidad. Es decir, la persona que posea el documento físico es el dueño de las acciones. Representa un tipo de acción menos formal, ya que no permite una verificación fidedigna de que la persona es la verdadera titular de la acción.
Precio de compra y precio de venta
Cuando una empresa sale a Bolsa, pone en el mercado un número determinado de títulos, cuya suma es el valor total de mercado de la empresa.
Los inversores son libres de comprar y vender acciones. El comprarlas, obtiene derechos económicos y de dirección de la empresa. Al venderlas, pierden esos derechos, pero también pueden obtener un beneficio económico (o no).
Para saber si se van a obtener beneficios de la compraventa hay que tener en cuenta dos factores principales: el precio de compra y el precio de venta.
El precio de compra o ask responde a la demanda de acciones, y consiste en el dinero que el inversor paga por cada acción de la empresa.
El precio de venta o bid responde a la demanda de acciones, y consiste en el precio al cual el inversor vende cada acción de la empresa.
El precio de compra y de venta no lo fija el inversor, sino que lo fija el mercado. Este valor puede fluctuar en función de diferentes variables, pero se podría resumir en que a mayor éxito de la compañía, mayor valor de las acciones.
Obviamente, el objetivo de un inversor es vender las acciones a mayor precio del que las compró. O, en el caso de pérdidas continuas, venderlas antes de que éstas sean demasiado elevadas.
A la diferencia entre el precio mínimo de compra y el precio máximo de venta de las acciones se le denomina horquilla o spread.
¿Por qué las empresas ofrecen acciones?
La oferta de acciones en el mercado de valores es uno de los principales métodos de financiación de las grandes empresas.
Los fondos que se recaudan gracias a los inversores que compran acciones son reinvertidos en la mejora y expansión de la propia empresa.
El objetivo es que esta inversión en mejoras, aumente el éxito de la compañía, sus productos y servicios y con ello, el valor de las acciones, y la cotización de mercado de la empresa.
Es decir, la compañía y los inversores se retroalimentan y se crea una relación de dependencia entre ambas partes.
Por ejemplo, si los accionistas ven que la empresa no está invirtiendo de forma adecuada sus fondos o los resultados no son los esperados, el precio de los valores caerán y, con ello, el apoyo de los inversores y la cotización de mercado de la compañía.
¿Qué es la volatilidad de una acción?
La volatilidad de una acción consiste en las variaciones de valor que sufre a lo largo del tiempo. La cotización de las acciones en Bolsa varía constantemente en función de diversos factores.
Beneficios
Si los resultados operativos de la compañía superan las expectativas y se generan más beneficios de los esperados, el precio de las acciones subirá. En caso contrario, el valor de la mismas disminuirá.
Oferta y demanda
Si la empresa tiene éxito, habrá mayor número de inversores que quieran comprar acciones de la compañía. En este caso, su valor subirá. Por el contrario, si la demanda disminuye, también lo hará el precio de los títulos, y por consiguiente el valor de cotización de la compañía.
Expectativas de rendimiento
Es quizá la variable más difícil de calcular y la que tiene un mayor riesgo para los inversores. Se basa en las perspectivas de futuro de la compañía, en base a factores como los productos o servicios que van a introducir en el mercado, la confianza de las administraciones públicas, la situación económica reinante, cambios en la normativa contable, etc.
Diferencia entre acciones y participaciones
Ya hemos visto que las acciones son la parte alícuota en que se divide el capital social de una empresa. Son títulos de transmisión libre emitidos por las Sociedades Anónimas cuyo valor puede fluctuar en función de sus beneficios o de la oferta y la demanda. Asimismo, su poseedor tiene derecho a participar de los dividendos y de la toma de decisiones en las asambleas.
Por su parte, las participaciones sociales son un concepto similar aunque cuenta con algunas diferencias muy importantes.
Por un lado, las participaciones no operan en la Bolsa. Son títulos emitidos por las Sociedades Limitadas.
Por otro, no se pueden transmitir libremente, es decir, son títulos de carácter mucho más cerrado. Para poder comprar o vender participaciones en una Sociedad Limitada es necesaria autorización del resto de socios, según lo dispuesto en los estatutos de la sociedad.
Con esto llegamos al final del artículo. Si necesitas más ayuda te recomendamos echar un vistazo a nuestra guía sobre la contabilidad de la empresa.