Helena HernándezTener una idea de negocio y llevarla a la práctica es «fácil», podemos encontrar cientos de guías y consejos para ello. Pero ¿qué pasa cuándo las cosas no van bien? ¿Cuándo llega una crisis como la provocada por la pandemia? ¿Cuándo las deudas de una empresa se comen todos sus ingresos? ¿Es cerrar la única opción? ¿O podemos recurrir a otras soluciones?
Emprender es un concepto que oímos mucho en España; desde muchos ámbitos se nos anima a comenzar un proyecto propio, a montar nuestro propio negocio, ser nuestros propios jefes y llevar nuestra empresa lo más lejos posible.
A poco que busquemos en Internet «cómo crear una empresa», «cómo montar mi propio negocio», «consejos para montar una empresa» o cualquier fórmula similar, nos aparecerán cientos de resultados de guías y consejos para ello (sin ir más lejos, en esta misma página podéis encontraréis guías para crear negocios rentables).
Pero, ¿qué ocurre cuando nuestra empresa lleva uno o varios años abierta y las cosas no van todo lo bien que debieran? Lo más probable es que hayamos comenzado a acumular deudas que cada mes nos cuesta más afrontar. En este escenario, se presentan algunas posibilidades para poder capear la situación, la primera de ellas es reunificar deudas de la empresa para pagar una sola cuota al mes, la segunda es refinanciar la deuda o negociarla con cada uno de tus acreedores.
Reunificar vs. Refinanciar
Lo primero que se debe tener en cuenta es que para reunificar las deudas, se estará pidiendo un nuevo préstamo que se usará para agrupar todas las cantidades debidas, para poder pagarlas de forma conjunta, normalmente con una cuota menor que la suma total de todas las cuotas mensuales.
Lo segundo, es que ambas soluciones implican aumentar el plazo de devolución del dinero adeudado, especialmente si a través de la reunificación de deuda queremos reducir la cuota que se paga mensualmente. Esto implica un aumento del interés, pero en la reunificación de deudas, la tasa de interés será la misma.
La refinanciación solo puede negociarse con un solo acreedor (habitualmente, entidades financieras con las que tenemos un préstamo), por lo que si tenemos varios, tendremos que negociarla con cada uno de ellos y cada mes seguiremos teniendo que pagar varias cuotas para ir pagando esas deudas, cuotas cuyo interés será diferente.
Por lo tanto, si tienes un número amplio de acreedores, la reunificación de las deudas se presenta, quizás, como una mejor opción que la refinanciación, que además, en muchos casos se recomienda como última opción.
Sin embargo, es recomendable que estudies cada opción con detenimiento, para determinar si te conviene o no recurrir a estas vías, especialmente porque pagar las deudas llevará mucho más tiempo y puede que acabes pagando al final más dinero por los intereses.
Una tercera vía
Existe una tercera vía, que es solicitar un nuevo préstamo (sin reunificar deudas) para poder hacer frente a tus obligaciones. Esta vía puede resultar una mejor opción si al estudiar la reunificación o la refinanciación, las condiciones resultantes no terminan de serte favorables. Estarás añadiendo una cuota mensual más, es cierto, pero, dependiendo de las condiciones de este préstamo, las cuentas de tu empresa pueden ganar algo de oxígeno y margen de maniobra, hasta que la situación mejore.
Encontrar una entidad para solicitar este nuevo préstamo y que se ajuste a tus necesidades y tus posibilidades económicas para poder devolverlo sin que se coma todos tus ingresos mensuales, puede ser una tarea complicada, especialmente cuando a los préstamos de bancos tradicionales, sumamos los préstamos online. Por ello, para facilitar esa búsqueda, lo mejor es recurrir a un comparador de préstamos; en un solo lugar podrás comparar las condiciones de diferentes entidades financieras y elegir la que más se ajuste a tus necesidades.
Si no quieres cerrar tu empresa y disolverla o venderla para hacer frente a sus deudas, estas son algunas de las opciones a las que puedes recurrir de forma legal y segura. Estúdialas y valóralas para determinar cuál te conviene más.
