Julia FernándezSegún los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), España pierde población cada año debido a la disminución de la natalidad y el aumento de la mortalidad. En 2018, nacieron 369.302 niños y murieron 426.053, por lo que el país cuenta con 56.262 ciudadanos menos y éste es el cuarto año consecutivo que España pierde población.
Las cifras del INE también muestran que el número medio de hijos por mujer el año pasado fue de 1,25, es decir, 6 centésimas menos que el año anterior y el valor más bajo desde 2002.
Algunos expertos vaticinan que a este ritmo, en 2100 la población española se habrá visto reducida a la mitad y con dos tercios menos de su población activa. Con la alarma activada, el Defensor del Pueblo en funciones, Francisco Fernández Marugán ha reclamado más políticas de conciliación que paren el descenso de la natalidad.
¿A qué se debe el desplome del número de nacimientos?
Es un detalle a observar que el descenso del índice de la natalidad comenzó en 2008, el mismo año en que se declaró la crisis económica. Los niños ya no nacen “con un pan bajo el brazo”, son una responsabilidad difícil de afrontar con empleos precarios y salarios mínimos.
Así lo ha manifestado el catedrático de Sociología de la Universidad de La Coruña Antonio Izquierdo a Europa Press: «No, eso no es salir de la crisis. La gente no tiene hijos por la macroeconomía. La gente tendrá hijos cuando su empleo no sea precario, no sea temporal, tenga seguridad en él y tenga una perspectiva de una carrera laboral».
El gobierno ha lanzado medidas para conciliar como el aumento del permiso de paternidad, sin embargo no es suficiente. Hacen falta más medidas que faciliten la conciliación.
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Helena Hernández