El Banco de España estima que no se logrará reducir el desfase de este año, que cerrará el déficit en el 2,5%, igual que en 2018. Por otro lado mantiene el crecimiento del PIB en el 2% para ese año y en el 1,7% para 2020.

El Banco de España no cierra el año con las mejores noticias económicas para nuestro país. De acuerdo con su último informe publicado el 16 de diciembre, las previsiones de crecimiento parecen anticipar una gradual desaceleración de la actividad en los próximos años. Así, mantiene los datos que ya presentó en septiembre y que hablaban de un alza del PIB del 2% para este año, del 1,7% para 2020 y del 1,6% y 1,5% en 2021 y 2022 respectivamente.

En estas previsiones, el principal motor de la economía seguirá siendo la demanda interna, pese que irá reduciendo su avance paulatinamente; el supervisor ha detectado ya cierta debilidad en las operaciones de crédito al consumo junto a un repunte de la tasa de ahorro. Aún así, este consumo interior ayudará a compensar la pérdida de fuelle en las exportaciones.

El Banco de España prevé cambios importantes en la consolidación presupuestaria y advierte de una mayor desviación del déficit

La entidad pronostica un déficit mayor

Donde si prevé cambios significativos el Banco de España es en el ámbito de la consolidación presupuestaria, donde alerta de que la desviación del déficit será mayor de lo previsto y que 2019 cierra con un desfase del 2,5%, lo que supone una décima más de la estimación que publicaron en septiembre, manteniéndose igual que en 2018 y muy por encima del objetivo del 2% que se había fijado el Gobierno de Pedro Sánchez, consecuencia de una menor recaudación por el pago fraccionado del Impuesto sobre Sociedades en octubre. De manera que la entidad considera este 2019 como un año completamente perdido desde el punto de vista de la consolidación fiscal.

Y ese desajuste irá a más en 2020 y 2021, hasta las tres décimas sobre lo estimado con anterioridad, como consecuencia del efecto arrastre del mayor déficit de este año. Más otra décima por los gastos no recurrentes derivados, entre otros, de las ayudas por las inundaciones, más otra décima por la previsión de la subida de las pensiones con el IPC. Así, el déficit previsto por el Banco de España para 2020 es del 2,1% y del 1,8% para 2021, muy por encima de las previsiones del Gobierno del 1,7% para 2020.

Dentro de este contexto de progresivo enfriamiento económico, el Banco de España también alerta de una moderación gradual en el ritmo de la creación de empleo. Aún así, estima que la tasa de paro se reducirá al 12,5% al cierre de 2022, aunque en 2019 será del 14,3%, apenas una décima menos que en 2018

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