Categoría profesional y grupo profesional – ¿En qué se diferencian?

Como ya hemos comentado, el concepto de categoría profesional dejó de existir tras la reforma laboral de 2012. Se trataba de un concepto que aparecía en los contratos de trabajo y que se utilizaba para clasificar el empleo a desarrollar por el trabajador, además de establecer el porcentaje de cotización a la Seguridad Social. Los sueldos mínimos los determinaban los convenios colectivos en función de las categorías profesionales, de manera que para un trabajador era importante ser clasificado en una u otra categoría profesional. La importancia estaba en la titulación del trabajador.

Con la reforma laboral de 2012 la categoría profesional pasó a ser grupo profesional. El grupo profesional tiene en cuenta las características del puesto de trabajo, las tareas que se van a desarrollar, responsabilidades que se van a tener, los conocimientos requeridos, etc. Y se deja de hacer hincapié en la titulación o la experiencia del trabajador.

Como ya vimos en el epígrafe anterior, la principal diferencia entre ambos términos es que el grupo profesional es un concepto más amplio y flexible, que tiene en cuenta el propio puesto de trabajo y lo que se va a hacer en él, atendiendo al grado de cualificación que el empleo demanda.

El grupo profesional es el sistema actual de clasificación profesional, las empresas dividen los puestos de los trabajadores en grupos profesionales en función de las tareas que desempeñen en ellos (en una empresa pueda a hacer 3, 4, 5 o X grupos profesionales, que a su vez se pueden dividir en subgrupos).

Los grupos profesionales se establecen por convenio colectivo o, en su ausencia, por un acuerdo entre la empresa y los representantes de los trabajadores.

El único límite que se establece legalmente a la hora de clasificar por grupos profesionales es la falta de discriminación por razón de sexo. Esto queda recogido en el art. 22.3 del Estatuto de los Trabajadores:

“La definición de los grupos profesionales se ajustará a criterios y sistemas que tengan como objeto garantizar la ausencia de discriminación, tanto directa como indirecta, entre mujeres y hombres”.

En teoría, la empresa y el trabajador acuerdan el grupo profesional al que pertenecerá el trabajador, pero en la práctica, al firmar el contrato de trabajo ya viene establecido el puesto que se va a ocupar y dependiendo de este, las funciones que se corresponderán con las establecidas para un grupo profesional.

A veces, en el contrato o en la nómina aparece el grupo profesional en que estamos encuadrados. Pero de no ser así, tendremos que ver el convenio colectivo, donde se describen los puestos, funciones, titulaciones correspondientes a cada grupo profesional y ver si se corresponden con nuestro puesto y grupo.

Saber a qué grupo profesional pertenecemos es importante, ya que de ello puede depender:

• Las funciones a desempeñar.
• Para saber si hay movilidad funcional si se realizan funciones correspondientes a grupos profesionales superiores o inferiores.
• El salario que tenemos que cobrar.
• Limitación de los contrato de prácticas para algunos grupos profesionales según el convenio colectivo.
• Trabajadores con discapacidad, víctimas de violencia de género o terrorismo tienen derecho a cambiar a otro centro de trabajo si hay un puesto libre en el mismo grupo profesional.
• En caso de excedencias, tendremos derecho a volver a un puesto de trabajo en el mismo grupo profesional
• Depende el grupo de cotización en el que se está.

La mejor forma de ver cómo ha cambiado la clasificación de los trabajadores en el paso de la categoría profesional al grupo profesional es mediante un ejemplo.

En el caso de un licenciado universitario, como un abogado, antes de la reforma de 2012, quedaba dentro de la categoría profesional de titulado superior independientemente de si realizaba tareas que tenían que ver con su titulación o no. Ahora, quedará encuadrado en el grupo profesional que le corresponda en función de las tareas que realiza. Es decir, si lo que cubre es un puesto administrativo, estará dentro del grupo 5, el de oficiales administrativos. Pero si trabaja como abogado, entonces quedará dentro del grupo 1, el de Ingenieros y Licenciados.

Este ejemplo lo podemos aplicar a cualquier tipo de profesional, que, independientemente de su titulación, será encuadrado en un grupo profesional en función de las tareas que desempeñe en su puesto de trabajo.

La definición de grupo de cotización la encontramos en la Seguridad Social como “las categorías o grupos profesionales que le corresponden al trabajador de acuerdo con la actividad o puesto de trabajo que desempeña, atendiendo a criterios establecidos en el convenio colectivo de aplicación en la empresa”.

Los grupos de cotización establecen, por ley, las bases de cotización mínimas y máximas para cada categoría o grupo profesional. Sobre la base de cotización de cada trabajador se aplican los porcentajes que le corresponden a él y a la empresa, para calcular las cuotas que se deben ingresar mensualmente y dotar de recursos a la Seguridad Social para cubrir las contingencias.

Existen 11 grupos de cotización, para los primeros 7 grupos se establecen límites de bases mensuales y para los 4 últimos se concretan bases diarias. El límite máximo en la franjas bases mensuales es el mismo, como en las diarias, los cambios los encontramos en las bases mínimas, que van descendiendo desde el grupo 1, para adaptarse a los diferentes niveles salariales que marcan los convenios colectivos.

Cada año se publica en el BOE la tabla que recoge las bases de cotización mínimas y máximas para cada grupo.

Bases de cotización contingencias comunes 2019

Pertenecer a un grupo de cotización y otro implica que las bases máximas y mínimas de cotización sean diferentes. La importancia está en que las bases de cotización son determinantes para el cálculo del salario mínimo y en los despidos y reincorporaciones tras una excedencia voluntaria.

Para los despidos objetivos se tiene en cuenta el grupo profesional, ya que se entenderán similares funciones laborales y en consecuencia se elegirá, dentro de ese grupo, a la persona o personas que se vaya a despedir.

Para el caso de que un trabajador vuelva de una excedencia voluntaria, solo tendrá derecho a reincorporarse en caso de que exista un puesto disponible en su mismo grupo profesional.

Para resumir, el concepto de categoría profesional dejó de existir tras la reforma laboral de 2012, cuando pasó a denominarse grupo profesional. Ahora, los trabajadores, en vez de clasificarse en función de su titulación, lo hacen en función de las tareas que desempeñarán en su puesto de trabajo, algo que se considera más amplio y flexible que lo que se venía haciendo en el pasado.

En total existen 11 grupos de cotización en función de los grupos profesionales. Estos grupos determinan las bases mínimas y máximas de cotización a la Seguridad Social que trabajadores y empresas deben cumplir para dotar al sistema de recursos.

Pertenecer a uno y otro grupo de cotización determinará el cálculo del salario mínimo, además de ser determinante en los despidos y las reincorporaciones tras excedencias voluntarias.

Esperamos que esta guía sobre las diferencias entre categoría profesional y grupo profesional os haya resultado de utilidad y resuelto las dudas que pudierais tener al respecto. Como siempre, os recordamos que la ayuda de un asesor laboral en estos temas puede resultar de gran utilidad.