Entre los diferentes instrumentos financieros a los que una empresa puede recurrir para conseguir una mayor liquidez, se encuentra el factoring; en esta entrada explicaremos qué es, cómo funciona, los tipos que existen y, además, os dejaremos algunos ejemplos para comprenderlo mejor.
¿Qué es el factoring?
Empecemos con la definición de factoring; se trata de una herramienta financiera mediante la que una empresa cede a la entidad de crédito la facultad de cobrar las facturas que emitido a sus clientes, recibiendo el importe de estas por adelantado a cambio del precio que hayan pactado entre ellas. Justo a este servicio, puede incluir otros adicionales.
Por lo tanto, recurrir al factoring permite a las empresas adelantar el cobro de sus facturas o créditos (por ejemplo, pueden cobrar como si fuera al contado una factura con vencimiento a 60 días). Si bien, para poder recurrir al factoring, es necesario que la empresa “ceda” a la entidad financiar el derecho a cobrar la factura (puesto que solo la empresa tiene derecho a cobrar una factura emitida por ella).
La entidad financiera ofrece el servicio de factoring a cambio del pago de unos honorarios; estos normalmente incluyen comisiones e intereses y suelen variar dependiendo de la solvencia del cliente, del plazo de vencimiento de las facturas, de la suma total de la operación, etc.
De manera que el factoring funciona como una forma de financiación de las empresas, ya que al poder adelantar el cobro de las facturas con vencimiento a uno o dos meses vista, les permite tener mayor liquidez.
▷ ¿Cómo funciona el factoring?
En realidad, el funcionamiento del factoring es bastante sencillo; la empresa cede la factura que emitido a un cliente con fecha de vencimiento futura a la entidad financiera, que le adelantará el importe de dicha factura. Cuando se cumpla el vencimiento de la factura, la entidad financiera cobrará el importe de la factura directamente al cliente y así recuperará el dinero adelantado a la empresa en su día.
Cabe señalar que cada entidad financiera que ofrece servicios de factoring tiene su propio procedimiento y requisitos en cuanto a los intervinientes, la documentación, plazos, precios, etc. Por lo que si se quiere realizar un contrato de factoring con un banco, es necesario estudiar previamente las condiciones que ofrecen.
También hay que tener en cuenta que normalmente la empresa y sus clientes deben cumplir con una serie de requisitos económicos. Además, hay entidades que marcan un límite al montante total por cliente.
En cualquier caso, todas esas condiciones quedarán recogidas en el contrato de factoring que firmarán empresa y entidad financiera. Mientras que la empresa deberá avisar a sus clientes de que los pagos deben hacerlos a la entidad financiera y no a ellos.
El precio de este servicio depende de cada entidad financiera; algunas lo descuentan directamente del adelanto de las facturas, mientras que otras realizan el pago completo de las facturas adelantadas y posteriormente cobran lo honorarios pactados.
Ejemplos
Veamos un ejemplo de factoring:
La empresa VNT, que se dedica a la fabricación y montajes de ventanas, emitió una factura a una de sus clientes de 8.000 euros, con una fecha de vencimiento de 60 días. Antes de que se cumpla dicho vencimiento, VNT recibe un presupuesto aceptado y firmado, cuyo coste en material para poder llevar a cabo el trabajo asciende a 6.000 euros.
Para poder hacer frente al pago de material y no perder mucha liquidez, VNT decide adelantar el cobro de la factura de 8.000 euros y acude a la entidad de factoring BF. VNT entrega a BF la documentación necesaria y una vez la entidad de factoring aprueba la operación, le adelanta a VNT 7.500 euros, cobrando 500 euros de gastos.
Finalmente, cuando se cumplan los 60 días, el cliente de VNT pagará a BF los 8.000 euros de la factura (recordamos que esto se debe notificar previamente al cliente, para que pague a la entidad de factoring y no al proveedor).
¿Qué tipo de servicios incluye el factoring?
Junto al factoring, muchas entidades financieras suelen incluir otro tipo de servicios como:
- Actuaciones administrativas inherentes a la gestión de cobros.
- Asunción del riesgo de impago por parte del cliente (se denomina “factoring sin recurso” y lo explicaremos más adelante).
- Estudio y asesoramiento sobre la solvencia y capacidad de pago de los clientes que se quieren factorizar.
- Asunción del coste por la posible variación de cambio cuando se trata de operaciones en moneda extranjera.
¿Quiénes intervienen?
En el factoring interviene tres agentes:
- La entidad financiera o factor: Es la entidad que presta el servicio y adelanta el importe de la factura. Puede ser un banco o una entidad no bancaria.
- La empresa que cede el crédito (cedente): Es quien tiene pendiente de cobro una factura y recibe de la entidad financiera el importe de la misma, según las condiciones pactadas entre ellos.
- El deudor: Es el cliente que ha recibido la factura del cedente, que, además, ha sido notificado por este y que pagará la factura cuando llegue su vencimiento a la entidad financiera.
En principio, cualquier empresa puede contratar un servicio de factoring, pero hay que tener en cuenta que la entidad financiera no solo tendrá en cuenta la situación económica de la empresa, sino también la solvencia de los clientes cuyas facturas se quieran adelantar.
¿Cuál es su coste?
No hay un coste estándar para los servicios de factoring. Como ya señalamos más arriba, el coste varía de una entidad bancaria a otra e incluso de un cliente a otro, puesto que la entidad estudia a las empresas que quieran contratar un servicio de factoring, su situación financiera y la de sus clientes, para ofrecerles condiciones ajustadas a sus características y necesidades. Sin olvidar, que la entidad de factoring siempre sacará un beneficio de este tipo de operaciones.
Tipos de factoring
Existen diferentes tipos de factoring en función de algunos elementos que se toman en cuenta. Veamos cada uno de ellos por separado.
Según distintos criterios
- Según de quién asuma el riesgo de la factura:
- Con recurso.
- Sin recurso (los explicaremos con más detalle más adelante).
- Número de clientes cuyas facturas son cedidas:
- Factoring con globalidad: El contrato abarca el total de las facturas que la empresa emite a uno o varios clientes.
- Factoring sin globalidad: El contrato solo incluye una parte de las facturas que la empresa emite a uno o varios clientes.
- Ámbito geográfico en el que se desarrollan las operaciones:
- Factoring nacional: Cuando empresa y su cliente son españoles.
- Factoring internacional: Cuando la empresa o el cliente son extranjeros (lo veremos más detalladamente más adelante).
- Se realiza con notificación al deudor:
- Factoring con notificación: Cuando se le avisa al cliente de que el pago de la factura deberá realizarlo a la entidad financiera.
- Factoring sin notificación: Aquí el cliente sigue pagando a su proveedor y este reintegrará el importe adelantado a la entidad financiera.
- Según el importe:
- Factoring con anticipo total: Se adelante el importe total de la factura.
- Factoring con anticipo parcial: Solo se anticipa una parte del importe de la factura.
Factoring con recurso
Un factoring con recurso significa que el riesgo de impago de la factura o el crédito, lo asume la empresa cedente, es decir, la que factura al cliente. De esta manera, si el cliente, llegado el vencimiento, no paga la factura, la empresa deberá devolver el dinero adelantado de la misma a la entidad de factoring.
Factoring sin recurso
En un factoring sin recurso, quien asume el riesgo de impago es la entidad financiera. Así, si cumplido el vencimiento de la factura, el cliente no paga, el factor no podrá cobrar el dinero que adelantó a la empresa y por tanto, será quien deba tomar las medidas oportunas y legales para poder cobrar ese dinero, pero en ningún caso irá contra la empresa a la que le adelanto el importe de la factura.
De agencia
El factoring de agencia es aquel en el que la empresa cedente actúa como agente de cobro de la entidad financiera, es decir, que es ella quien seguirá cobrando el importe de la factura adelantado a su cliente cuando el plazo de vencimiento se cumpla, pero después deberá reintegrar dicho importe a la entidad financiera.
Internacional
El factoring internacional, en nuestro caso, es aquel en el que la empresa realiza operaciones con clientes de fuera de España, por lo que el factoring se convierte en una herramienta de financiación útil especialmente para empresas exportadoras.
El proceso es prácticamente igual aunque con algunas particularidades propias. Normalmente las entidades de factoring que operan en el extranjero, lo hacen a través de un corresponsal, que no es más que otra empresa de servicios de factoring en el país de que se trate y que colabora con la española.
Diferencias entre factoring y confirming
No es raro que factoring y confirming aparezcan siempre relacionados, puesto que ambos son instrumentos financieros, sin embargo no son lo mismo, se trata de mecanismos distintos que no se deben confundir.
Así, las diferencias entre factoring y confirming residen en el hecho que el factoring se utiliza para adelantar el cobro de las facturas emitidas, mientras que el confirming se usa para pagar las facturas recibidas. De manera que el factoring es una herramiento de financiación para la empresa y, por su parte, en el confirming es el proveedor de quien lo contrata quien puede obtener la financiación si lo desea, ya que en este caso, la entidad financiera realiza los pagos a los acreedores de su cliente.
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Ventajas e inconvenientes del factoring
Finalmente, veamos con ventajas e inconvenientes cuenta el factoraje.
Ventajas:
- Es una forma rápida de conseguir liquidez.
- La empresa se ahorra gestionar el cobro de las facturas, puesto que lo hace la entidad financiera.
- Si se realiza sin recurso, la empresa que lo contrata no debe preocuparse de devolver el importe adelantado por la entidad financiera.
- El estudio de solvencia de los clientes de la empresa que hace la entidad financiera puede resultar de utilidad a la empresa también.
- No requiere de la utilización de otros efectos comerciales para adelantar el cobro de las facturas.
Inconvenientes:
- Si se realiza con recurso y el cliente no paga la factura al entidad financiera cumplido el vencimiento, la empresa deberá devolver el dinero adelantado, además de haber pagado el coste de la operación financiera.
- Es posible que el coste de contratar un servicio de factoring sea más caro que recurrir a otra forma de financiación.
- La entidad financiera elige qué facturas se pueden factorizar, normalmente en función de la solvencia del cliente.
- No es útil para obtener financiación a largo plazo.