El Gobierno anuncia el aplazamiento de la reforma fiscal que tenía pensado acometer, hasta que el PIB recupere los niveles previos a la crisis provocada por el Covid-19.
Uno de los planes para la actual legislatura del Gobierno de coalición era acometer una reforma fiscal que contemplaba la subida de algunos impuestos. Sin embargo, dicha reforma será finalmente aplazada hasta recuperar los niveles de PIB previos a la pandemia de coronavirus. Así lo anunció Pedro Sánchez en su última comparencia ante la prensa el pasado 4 de agosto.
Tras la reciente noticia de la caída del PIB un 18,5% y la previsión de unas cifras de déficit y deuda pública «enormes», el Ejecutivo considera necesaria esta reforma fiscal, pero también que será necesario esperar hasta que se produzca la consolidación de la recuperación económica y se registren los niveles de crecimiento que tenía España previos a la crisis provocada por el Covid-19.
De acuerdo a las declaraciones del presidente del Gobierno, será entonces cuando «tendremos ya las garantías y el contexto para abordar una necesaria reforma estructural».
«Necesitamos tener una recaudación mucho más sostenible y estable a lo largo de ciclo económico», ha afirmado Sánchez durante su comparecencia previa a las vacaciones
Una reforma fiscal para afrontar el déficit que se avecina
El presidente defendió la necesidad de llevar a cabo estos cambios impositivos «con justicia», puesto que hay «muchísima gente» que piensa que hay personas que pagan menos impuestos aun siendo más ricas. Además, añadió que ante la previsión de unas futuras cifras «enormes» de déficit y deuda pública, es necesario tener un sistema de recaudación más sostenible y estable, con el que se puede sostener tanto a empresas y trabajadores durante la pandemia.
Siguiendo esa línea y una vez se consolide la recuperación económica y los niveles del PIB vuelvan a estar cercanos a como estaban antes de la crisis, se llevará a cabo la reforma fiscal con el objetivo, también, de salir de la crisis con un estado del bienestar y una sanidad reforzadas. De acuerdo al presidente, esta recuperación aumentará su ritmo en 2021 y se acelerará en 2022, gracias al acuerdo logrado en Europa sobre el fondo de 750.000 millones, pudiendo incluso sobrepasar en 2023 la situación económica previa a la crisis.
Las medidas que tendrán que esperar
La reforma fiscal traía una serie medidas que ya estaban recogidas en el acuerdo de coalición entre PSOE y Unidas-Podemos, entre ellas, se incluía un tipo mínimo del 15% en el Impuesto sobre Sociedades, del 18% para banca y petroleras, la imposición de un gravamen del 5% de los dividendos a empresas, la creación de las tasas «Tobin» y «Google», que ya fueron aprobadas en el Congreso el pasado mes de febrero, un aumento del IRPF a las rentas altas creando un nuevo tramo, la subida del 1% en el Impuesto sobre Patrimonio a fortunas de más de 10 millones, la equiparación del diésel con la gasolina o una nueva ley de lucha contra el fraude.
Además de estas medidas, también se prepara la creación de un nuevo impuesto sobre los envases de plástico no reutilizables y una revisión de la fiscalidad de la alimentación en los próximos meses. Pero todas ellas deberán esperar a que la economía se recupere.