El 7 de marzo es la fecha límite para que las empresas de entre 150 y 250 empleados pongan en marcha su plan de igualdad, sin embargo, muchas de ellas no llegarán a tiempo.

Desde la entrada en vigor del Real Decreto-Ley 6/2019, de 1 de marzo, de medidas urgentes para la garantía de igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación, la búsqueda de la igualdad dejó de ser algo voluntario y opcional, para convertirse en obligatorio para las medianas y grandes empresas. Ese Real Decreto-Ley recoge, entre otras medidas, la obligación para estas empresas de más de 50 trabajadores de desarrollar y registrar planes de igualdad para avanzar en la equiparación de las condiciones laborales entre mujeres y hombres.

Aunque la ley lleva en vigor desde marzo del año pasado, el Gobierno, respondiendo a la solicitud de la CEOE y Cepyme, dio un período transitorio para que las medianas empresas dispusieran de tiempo para negociar y aprobar con el respaldo de sus trabajadores un plan de igualdad, de tal manera que las empresas entre 150 y 250 empleados contaban con un año para ponerse a ello y tenerlo listo para este próximo 7 de marzo.

Muchas empresas no tendrán aprobado su plan de igualdad antes del verano

Unas 3.800 empresas están ya en la cuenta atrás

En España hay entorno a unas 3.800 empresas que deberían tener aprobado o apunto de aprobarse su plan de igualdad, sin embargo, parece que muchas están muy lejos de conseguirlo a tiempo. De acuerdo con diferentes despachos abogados, muchas empresas no llegarán con su plan de igualdad a la cita del 7 de marzo y que probablemente no lo tendrán aprobado antes del verano.

Parece que un año no ha sido tiempo suficiente para elaborar el plan de igualdad para las empresas, sobre todo teniendo en cuenta que antes de la negociación del plan entre la empresa y los representantes de los trabajadores, es necesario pasar por una fase de diagnóstico de la situación existente que ponga de manifiesto las áreas que son necesarias tratar y mejorar mediante el seguimiento del plan. Además, cuando la ley entró en vigor, muchas de estas empresas ya tenían aprobados sus presupuestos para 2019 y no tenían recursos para poner en marcha todo el proceso que supone la creación del plan de igualdad, por lo que han empezado más tarde y con la fecha límite ya en el horizonte.

Negociar el plan de igualdad es un proceso complejo para las empresas

A la espera de que se haga un desarrollo reglamentario que detalle el contenido que debe incluirse el los planes de igualdad por parte del Gobierno, las empresas deben, por el momento, navegar solas en estas nuevas aguas y acordar con sus trabajadores dos documentos.

El primero, como decíamos, es la elaboración de un diagnóstico de la situación actual de la empresa, donde deben incluirse brechas salariales, techos de cristal, problemas de acoso, condiciones de trabajo, discriminación, etc. Una vez aprobado este documento, llegará el momento de pactar un plan de igualdad para la empresa, que incluirá las actuaciones y acciones a seguir para reducir las desigualdades que puedan existir en la empresa, hasta que estas desaparezcan.

La empresa tiene la obligación de comunicar a sus trabajadores la elaboración de estos documentos y estos podrán consultarlos en cualquier momento. Además, también deberá crearse un comité de seguimiento que se ocupe de comprobar con periodicidad (cada uno, dos o tres años) el grado de cumplimiento del plan y si es necesario corregir posibles faltas o defectos. Si bien, los planes de igualdad no tienen un período de tiempo limitado o deben crearse con una fecha de “caducidad”, el seguimiento de los mismos es necesario para asegurarse de que las medidas recogidas en ellos se están siguiendo e implementando de manera efectiva y en caso contrario, buscar nuevas soluciones.

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