Para la Unión Europea, la escalada arancelaria impulsada por la administración Trump y derivada del conflicto comercial entre Airbus y Boieng, solo puede traer como consecuencia daños para el comercio y el empleo “a ambos lados del Atlántico”.
La inminente imposición de aranceles a varios productos de aviación y agroalimentarios de la Unión Europea por parte de EE.UU. este viernes 18 de octubre parece no tener solución, aunque la Unión Europea ha tratado de sentarse a negociar con el país norteamericano desde el pasado mes de julio, cuando Bruselas ya propuso propuestas concretas para un nuevo régimen de subsidios en el sector aeronáutico, con el que poder poner fin al conflicto entre Boeing y Airbus.
Estas propuestas quedaron sin respuesta, como quizás vaya a quedar sin respuesta la última carta que la UE habría enviado a EE.UU. haces unos días, al responsable de Comercio de EE.UU., Robert Lightthinzer, y en la que la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström, advierte de los “daños” que supondría para las empresas y el comercio mundial esta escalada arancelaria entre ambas potencias.
En palabras de Malmström, esta subida de aranceles y la posible respuesta de la UE solo servirían para “poner en riesgo puestos de trabajo a ambos lados del Atlántico”. Esta carta es el fruto de las preocupaciones que varios socios de la Unión habrían hecho llegar a Malmström sobre las consecuencias que el conflicto comercial tendrá sobre el sector agroalimentario de países como Francia, España, Reino Unido y Alemania (los cuatro Estados del consorcio de Airbus). De hecho, para España las consecuencias podrían ser más que negativas al imponerse aranceles del 25% a productos como el aceite de oliva, el queso o el vino, con unas pérdidas estimadas en 1.000 millones de euros.
El ministro de Agricultura en funciones, Luis Planas, se reunió con Malmström en Bruselas para tratar las consecuencias que conllevará la imposición de estos aranceles e hizo hincapié en la necesidad de evitar unas compensaciones y sanciones injustas para el conjunto del sector agroalimentario español.
La respuesta de la Unión Europea
En la misiva enviada por Malmström, esta no solo advierte a EE.UU. de que imponer estos aranceles como contramedida por el contencioso de Airbus y Boeing hará más difícil que se pueda alcanzar una solución negociada entre ambas potencias al conflicto, sino que, recuerda que este contencioso sobre los subsidios a Airbus va también en la otra dirección.
Y es que la Organización Mundial del Comercio (OMC) también ha dado la razón a la UE sobre la denuncia a EE.UU. por las ayudas que el país dio a Boeing. Bruselas está a la espera de que la OMC dicte la cantidad de aranceles que la UE podrá imponer a los productos norteamericanos, para los que la Unión habría pedido sanciones por un valor de 12.000 millones de euros, con productos ya identificados por valor 20.000 millones que podría gravar.
Aun así, la UE preferiría no llegar a ese punto del conflicto comercial y lograr antes alcanzar un acuerdo con EE.UU. Sin embargo, en la carta enviada a Lighthinzer, la comisaria le recuerda que si este 18 de octubre finalmente entran en vigor los aranceles impuestos a los productos de la Unión, esta se verá obligada a “fijar contramedidas” cuando la OMC se pronuncie sobre Boeing.
Con todo, Bruselas preferiría sentarse a negociar ese nuevo acuerdo sobre la aviación, de manera que se pudieran evitar las consecuencias negativas que se derivarían de este conflicto comercial entre ambas potencias y que, en palabras de Malmstöm, “imponer tarifas adicionales en los dos casos sobre aeronáutica no es la solución. Eso solo infringirá daños a las empresas y pondrían en riesgo puestos de trabajo en ambos lados del Atlántico, dañaría el comercio global y la industria de la aviación en un momento delicado”.
A tres días de que entren en vigor los aranceles de la administración Trump, a la UE y los Estados miembros más afectados solo les queda esperar.
Si tienes una empresa o negocio que se pueda ver afectado por la imposición de los aranceles de EE.UU., quizás sea el momento de consultar a un buen asesor para buscar soluciones que suavicen el impacto en tu economía.