Contrata de becario, contrato de prácticas, contrato de formación… Es posible que todos te suenen a lo mismo, pero lo cierto es que no lo son y, por lo tanto, no se pueden utilizar indistintamente para contratar a alguien que todavía esté cursando estudios o acabe de finalizar su formación. En esta entrada vamos a ver en qué se diferencia el contrato de becario del resto de contratos de aprendizaje y sus particularidades.

¿Qué es y cómo funciona el contrato de becario?

Empecemos por decir que aunque comúnmente se les llama contrato de becario, lo cierto es que no son realmente un contrato, sino un convenio de cooperación entre tres partes: el estudiante, el centro educativo del que proviene el estudiante y la empresa. Es decir, que este tipo de “contrato” solo puede realizarse con personas que aún se estén formando académicamente.

El objetivo de este contrato es que el estudiante adquiere una formación práctica sobre lo que está estudiando, pero en ningún caso desarrollará un trabajo como el un trabajador contratado por la empresa.

Las obligaciones, horario y sueldo vendrán estipulados en el convenio. Aunque hay diferentes tipos de becas, lo normal es que la jornada laboral sea reducida, de entre 4 o 5 horas (para poder compaginarlo con la asistencia a clase) y suelen durar unos 6 meses (a veces prorrogables). Las prácticas que puede realizar el becario son de dos tipos:

  • Prácticas curriculares: Son de obligado cumplimiento para obtener la titulación y, por lo tanto, forman parte del plan de estudios, así que no conllevan ningún tipo de relación laboral, no son remuneradas no cotizan a la Seguridad Social. Además, el estudiante no podrá disfrutar de los derechos laborales recogidos en el Estatuto de los Trabajadores, como el derecho a vacaciones.
  • Prácticas extracurriculares: No son obligatorias, ya que no forman parte del plan de estudios y se realizan de forma voluntaria. Aquí sí se establece una relación laboral especial y el trabajador recibirá una remuneración que estará fijada en el convenio, además, la empresa comunicará su alta en la Seguridad Social.

Entre las condiciones para realizar un contrato de becario, la empresa que esté interesada tendrá que registrarse como entidad colaboradora en las bolsas de trabajo de las universidades o centros formativos. Luego tendrá que publicar el tipo de perfil que busca y comunicar a la universidad o centro los estudiantes seleccionados. Finalmente, firmará el convenio de prácticas con las condiciones acordadas entre las tres partes.

▷ Diferencias del contrato de becario con otros contratos de aprendizaje

Con lo que ya hemos explicado sobre el contrato como becario, seguro que ya podéis entrever las diferencias con otros contratos formativos o de aprendizaje, aún así, vamos a verlas de manera independiente y más en detalle.

Diferencias con los contratos de formación y el aprendizaje

Los contratos para la formación y el aprendizaje solo pueden firmarlos aquellas personas que carezcan de título o formación profesional reconocida. Además, solo podrán acogerse a él los mayores de 16 años y menores de 25 años. Tiene un duración mínima de un año y máxima 3, pudiéndose modificar vía convenio (sin que pueda ser menor a 6 meses o superior a 3 años).

El objetivo de este contrato es la formación del trabajador, por lo que el tiempo dedicado al trabajo no podrá superar el 75% el primer año ni el 85% el segundo y tercero. El tiempo restante se dedica en exclusiva a la formación. El salario se fija en proporción al tiempo de trabajo efectivo, pero nunca puede ser inferior al SMI. En la página web del SEPE podemos encontrar toda la información relevante sobre este tipo de contrato.

La principal diferencia con el contrato de becario está en que, aunque ambos están estudiando, aquí se trata más de una formación profesional o para conseguir el certificado de profesionalidad.

Diferencias con el contrato de prácticas

Si el contrato para becarios es solo para estudiantes, el contrato de prácticas es solo para aquellas personas que ya estén en posesión de un título universitario, de formación profesional o reconocido como equivalente.

Solo podrá firmarse cuando no hayan transcurrido más de 5 años (o 7 en caso de discapacidad) desde la finalización de los estudios y su duración no puede ser inferior a 6 meses ni superior a 2 años. Podéis encontrar toda la información al respecto en la entrada sobre el contrato de prácticas.

Podemos decir que la clave para diferenciar este contrato de prácticas del de becario está en el nombre correcto de ambos: contrato de prácticas vs. convenio de prácticas.

Obligaciones de la empresa para con el becario

Cuando una empresa contrata a un becario, debe cumplir una serie de obligaciones:

  • El becario debe tener un tutor académico cualificado para que le acompañe y le asesore durante las prácticas.
  • El becario tendrá un tutor en la empresa con experiencia profesional para que le forme y supervise cómo está desarrollando su trabajo.
  • El tutor de la empresa enviará un informe final al tutor académico en el que constarán las horas de prácticas que se han realizado y una valoración de cómo se ha desempeñado el estudiante.
  • El becario estará informado respecto a la normativa relacionado con la seguridad y los riesgos laborales, así como la organización y funcionamiento de la empresa.
  • La empresa debe ser flexible respecto a la necesidad del estudiante de acudir a exámenes y determinadas actividades académicas.
  • El becario no puede tener las mismas funciones que un trabajador contratado.

Sueldo

Ya lo vimos al comienzo, pero los becarios no tienen por qué recibir un suelo. De hecho, cuando las prácticas son curriculares no habrá remuneración. Mientras que para las prácticas extracurriculares sí que suele haber una pequeña remuneración, que oscila entre los 300 y 600 euros dependiendo del tipo de prácticas y estudios (hay sectores en los que se paga más). En cualquier caso, se paga menos que en un contrato de prácticas.

Vacaciones

Dado que el convenio de prácticas no establece una relación laboral y, como ya vimos, los becarios no pueden acogerse al Estatuto de los Trabajadores, no tendrán derecho a vacaciones tal y como se recoge ahí, sino que deberán coger las propias del calendario escolar.

Cotización de becarios a la Seguridad Social

Tanto si las prácticas son remuneradas como si no lo son, desde 2013, con la reformar de la Ley 27/2011, todas las prácticas cotizan en la Seguridad Social.

El uso abusivo de la figura del becario

Si las principales condiciones para poder contratar a un becario es que este esté todavía estudiando o formándose y que las tareas a desempeñar deben estar relacionadas con sus estudios; las empresas no puede aprovecharse del bajo coste de este tipo de contratación para cubrir puestos de trabajo que nada tengan que ver con la formación del becario.

Una beca no es un contrato de trabajo, la beca debe ayudar en la formación del becario, como una forma de adquirir un primer contacto con el mundo laboral, pero, sobre todo, para aplicar la materia de sus estudios en la práctica. Por ello, un becario en ningún caso puede desempeñar las mismas funciones que un trabajador contratado o las de un contrato de prácticas.

Dado que el abuso de la figura del becario es una de las lacras en nuestro sistema laboral, la Inspección de Trabajo puede investigar a las empresas que puedan estar contratando trabajadores como becarios.

Particularidades de los becarios internacionales

Las empresas pueden firmar convenios de prácticas con universidades de otros países, pero hay que tener en cuenta una serie de consideraciones respecto a los becarios extranjero:

  • Un becario internacional necesita tramitar un permiso de residencia para residir legalmente en España. El permiso le da derecho a hacer prácticas como becario, pero no a desarrollar un trabajo. (El pasaporte solo permite residir 6 meses legalmente en España).
  • Debe tramitarse un número de la Seguridad Social para que la empresa le de de alta.
  • Respecto a tributación, si el becario es comunitario, la retención será del 19%, y si extracomunitario, del 24%.
  • Ojo con abusar del becario extranjero sin permiso de trabajo, porque se incumple la ley de extranjería, lo que puede conllevar sanciones elevadas.

Conclusiones

El convenio de prácticas, que llamamos contrato de becario, tiene como finalidad la formación  práctica de un estudiante, por lo que las tareas que desempeñe en la empresa deberán estar relacionadas directamente con sus estudios. Además, no se establece una relación laboral y por lo tanto, el becario no tiene los derecho y obligaciones recogidos en el Estatuto de los Trabajadores. Sí, eso significa que tampoco hay derecho a paro cuando finalizan las prácticas. Sin embargo, estas sí cotizan a la Seguridad Social.

El convenio de prácticas se firma entre tres partes: empresa, estudiante y centro educativo. Las condiciones de las prácticas vienen recogidas en el convenio.

La ley prohíbe el uso abusivo de los becarios como trabajadores contratados, de manera que la empresa se aproveche de los bajos costes de contratación de esta figura.

Esperamos que esta entrada sobre el contrato de becario os haya resultado de utilidad, tanto si eres un estudiante en busca de su primera experiencia laboral o una empresa que desee contratar estudiantes para contribuir a su formación.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]