Los principios contables son las normas básicas sobre las que debe basarse la contabilidad de cualquier empresa. En esta entrada vamos a ver qué son estos principios contables, cuántos existen de acuerdo al Plan General Contable (PGC) en España y daros algunos ejemplos de los mismos.

¿Qué son los principios contables?

Los principios contables son aquellos principios que debe cumplir la contabilidad de cualquier entidad con el fin de que las cuentas anuales muestren una imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la empresa.

Así, para poder ofrecer esa imagen fiel, el plan contable establece el cumplimiento de una serie de requisitos y principios de contabilidad, que deben considerar todas las entidades con la obligación de rendir y presentar sus cuentas anuales.

¿Dónde los encontramos?

Los principios contables son públicos y están recogidos en el Plan General Contable para las empresas españolas.

Hay otra parte de los Principio de Contabilidad Generalmente Aceptados (PCGA) que son emitidos por instituciones académicas o derivadas de la práctica más recomendable en cada caso.

Finalmente, el Código de Comercio y la restante legislación mercantil son emisores oficiales de principios contables.

▷ ¿Cuáles son los principios contables?

En el PGC de España se recogen 6 principios contables vigentes, que veremos a continuación por separado.

1. Principio de empresa en funcionamiento

El PGC establece que se entiende por empresa en funcionamiento:

Se considerará, salvo prueba en contrario, que la gestión de la empresa continuará en un futuro previsible, por lo que la aplicación de los principios y criterios contables no tiene el propósito de determinar el valor del patrimonio neto a efectos de su transmisión global o parcial, ni el importe resultante en caso de liquidación.

Es decir, el supuesto de partida es que la empresa está en funcionamiento y realizando su actividad económica, y lo seguirá haciendo en el futuro. Es decir, que mientras en marcha, se aplicará este principio, lo que no se hará si la empresa ha dejado de desarrollar su actividad, para lo que entraría en juego otros criterios de valoración.

Básicamente, este principio nos dice que la valoración de los elementos de una empresa en funcionamiento será distinta en caso de que se encuentre en un proceso de liquidación.

2. Principio de devengo

Las operaciones o transacciones económicas serán parte de la contabilidad en el momento en el que estás se realicen, independientemente del momento de pago o cobro. Es decir, que se incluyen en la contabilidad del ejercicio en el que se producen, aunque se cobren o paguen con posterioridad.

Los efectos de las transacciones o hechos económicos se registrarán cuando ocurran, imputándose al ejercicio al que las cuentas anuales se refieran, los gastos y los ingresos que afecten al mismo, con independencia de la fecha de su pago o de su cobro.

3. Principio de uniformidad

Dado que la legislación vigente permite utilizar diferentes criterios para contabilizar las transacciones o hechos económicos, el principio de uniformidad exige que estos criterios seleccionados no se modifiquen sin más, sino que se requiere realizar un análisis del impacto del cambio de los criterios escogidos y hacerlo constar en la memoria, indicando la incidencia cuantitativa y cualitativa de la variación sobre las cuentas anuales.

Adoptado un criterio dentro de las alternativas que, en su caso, se permitan, deberá mantenerse en el tiempo y aplicarse de manera uniforme para transacciones, otros eventos y condiciones que sean similares, en tanto no se alteren los supuestos que motivaron su elección. De alterarse estos supuestos podrá modificarse el criterio adoptado en su día; en tal caso, estas circunstancias se harán constar en la memoria, indicando la incidencia cuantitativa y cualitativa de la variación sobre las cuentas anuales.

4. Principio de prudencia

El principio de prudencia exige que las transacciones o hechos económicos se deben contabilizar de forma prudente en caso de incertidumbre, tanto si son gastos como ingresos, aunque el tratamiento es distinto.

Por un lado los ingresos o beneficios solo se contabilizarán cuando efectivamente se hayan obtenido (teniendo en cuenta el principio de devengo). Por otro lado, los riesgos (gastos) se tendrán en cuenta en el momento en que se tenga conocimiento de ellos. Además, entre los riesgos se distinguen dos supuestos diferentes:

  • Si se trata de una obligación que genera un pasivo se incluirá en el balance mediante la correspondiente provisión (por ejemplo, un despido).
  • Si se trata de un riesgo que no genera un pasivo figurará en la memoria (por ejemplo, una demanda).

Se deberá ser prudente en las estimaciones y valoraciones a realizar en condiciones de incertidumbre. La prudencia no justifica que la valoración de los elementos patrimoniales no responda a la imagen fiel que deben reflejar las cuentas anuales.

Asimismo, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 38 bis del Código de Comercio, únicamente se contabilizarán los beneficios obtenidos hasta la fecha de cierre del ejercicio. Por el contrario, se deberán tener en cuenta todos los riesgos, con origen en el ejercicio o en otro anterior, tan pronto sean conocidos, incluso si solo se conocieran entre la fecha de cierre de las cuentas anuales y la fecha en que estas se formulen. En tales casos se dará cumplida información en la memoria, sin perjuicio de su reflejo, cuando se haya generado un pasivo y un gasto, en otros documentos integrantes de las cuentas anuales. Excepcionalmente, si los riesgos se conocieran entre la formulación y antes de la aprobación de las cuentas anuales y afectaran de forma muy significativa a la imagen fiel, las cuentas anuales deberán ser reformuladas.

Deberán tenerse en cuenta las amortizaciones y correcciones de valor por deterioro de los activos, tanto si el ejercicio se salda con beneficio como con pérdida.

5. Principio de no compensación

Salvo que una norma disponga lo contrario, no se pueden compensar las partidas del activo y del pasivo o las de gastos e ingresos. Es decir, deben valorarse de manera separada, para que la contabilidad refleje la realidad de la empresa una forma más extensa que si no se aplicase este principio.

Salvo que una norma disponga de forma expresa lo contrario, no podrán compensarse las partidas del activo y del pasivo o las de gastos e ingresos, y se valorarán separadamente los elementos integrantes de las cuentas anuales.

6. Principio de importancia relativa

Este principio de importancia relativa hace referencia a la intensidad con la que se deben aplicar los principios contables en diferentes casos, de manera que se suaviza la aplicación de algunos de los principios cuando la valoración no altere significativamente la imagen fiel que debe dar la contabilidad de la empresa.

Se admitirá la no aplicación estricta de algunos de los principios y criterios contables cuando la importancia relativa en términos cuantitativos o cualitativos de la variación que tal hecho produzca sea escasamente significativa y, en consecuencia, no altere la expresión de la imagen fiel.

Algunos ejemplos

Veamos algunos ejemplos de los principios contables para poder entenderlos un poco mejor.

Ejemplo Principio de empresa en funcionamiento:

Una empresa compró un edificio de viviendas para alquilar algunas de ellas. Años después, se construyó una carretera al lado de dichas viviendas. Mientras la empresa está en funcionamiento, las cuentas reflejarán el rendimiento que dichas viviendas le están dando cumpliendo con su función normal. Sin embargo, si la empresa entra en proceso de liquidación y vende por separado cada uno de sus elementos, se encontrará que el valor de ese edificio de viviendas será diferente.

Ejemplo Principio de devengo:

Nuestra empresa hace una factura en el mes de diciembre de 2019, pero la cobrará a 60 días, eso quiere decir que la cobrará en el mes de febrero de 2020, sin embargo, por el principio de devengo, la factura se imputará en ejercicio de 2019, que fue cuando la operación tuvo lugar (aunque el cobro no será efectivo hasta dos meses después).

Ejemplo Principio de uniformidad:

Si nuestra empresa venía utilizando un sistema de inventario periódico para valorar las existencias del almacén, podrá cambiarlo a un sistema de inventario perpetuo, siempre que las circunstancias lo motiven y justifiquen. Este cambio en la valoración del inventario y las consecuencias deberán constar en la memoria.

Ejemplo Principio de prudencia:

En caso de que la empresa haya comprado maquinaria por valor de 1.000 euros y pasado un tiempo, la máquina está valorada en 800 euros, en la contabilidad debemos reflejar el valor menos del activo, es decir los 800 euros.

Ejemplo Principio de no compensación:

En caso de que la empresa haya solicitado un préstamos con un banco, tendrá que pagar los intereses de dicho préstamo de forma periódica. Además, la empresa tiene una cantidad de dinero a plazo fijo en el mismo banco, por el que recibe intereses por mantener ese dinero.

Esos intereses no se pueden compensar, porque los primeros son un gasto y los segundos un ingreso y deberán aparecer de forma independiente en las cuentas.

Ejemplo Principio de importancia relativa:

Pongamos dos empresas, una tiene un activo valorado en 60.000 euros y la otra en 60 millones de euros. Si ambas cometen un error o una omisión de 6.000 euros en sus cuentas, la importancia y transcendencia no será la misma para ambas. Para la empresa de 60.000 euros será mucho más significativo a la hora de que sus cuentas presenten una imagen fiel que para las de 60 millones de euros.

Importancia de conocer los principios contables

Los principios contables son importantes no solo para la empresa, sino también para todos los agentes económicos, puesto que las cuentas anuales de las empresas hechas cumpliendo con ellos podrán ser interpretadas por cualquier agente económico de manera correcta.

La importancia de los principios contables reside en que son las “reglas del juego” comunes para todos, tanto para la empresa que debe rendir y presentar sus cuentas en el Registro Mercantil y mostrar sus estados financieros, como para aquellos que necesiten conocer dichos estados para tomar decisiones en función de ellos (inversiones, compras o ventas, inyecciones de capital, etc.).

Regulación y obligatoriedad de los principios contables

Los principios contables están en el PGC, concretamente, están recogidos y regulados en la Primera Parte de dicho documento: “Marco Conceptual de la Contabilidad”, que contiene la explicación de los conceptos y términos claves para la correcta llevanza de la contabilidad y cuenta con 7 apartados:

  • Imagen fiel
  • Requisitos de la información contable
  • Principios contables
  • Elementos de las cuentas anuales
  • Criterios de registro y reconocimiento contable
  • Criterios de valoración
  • Principios y normas de contabilidad generalmente aceptados.

Los principio contables, como el resto de elementos recogido en la Primera Parte del PGC, son de aplicación obligatoria.

¿Qué sucede en caso de conflicto entre principios contables?

El propio Plan General Contable nos ofrece una solución si se produce un conflicto entre principios contales; deberá prevalecer el principio contable que mejor lleve a que las cuentas anuales reflejen la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la empresa.

Resumen

Los principios contables son aquellos criterios de obligado cumplimiento que las empresas deben aplicar en su contabilidad con el objetivo de ofrecer una imagen fiel de sus estados financieros. De entre todos los principios contables, el que tiene carácter preferencial sobre ellos es el principio de prudencia.

Esperamos que esta entrada sobre los principios contables os haya resultado de utilidad. En caso de duda siempre podéis recurrir a la ayuda de un buen asesor contable.