Si vas a montar una empresa o acabas de hacerlo, debes saber qué es el burn rate y la importancia de este concepto para evitar tener problemas de caja durante los primeros meses de vida de tu empresa. En esta entrada te explicamos qué es y cómo calcular el burn rate.
¿Qué es el Burn Rate? Significado de este anglicismo
Empecemos por ver el significado de burn rate: es el término que se usa para expresar la velocidad a la que se queman los fondos de una empresa de reciente creación. Es equivalente a un flujo de caja (o cashflow) negativo y un elemento muy importante a tener en cuenta porque condiciona mucho la supervivencia de la empresa, especialmente en aquellas startups innovadoras.
El flujo de caja negativo se corresponde a una situación en la que sale más efectivo de la empresa que el que se ingresa, una situación habitual en empresas de nueva creación, por lo que burn rate nos permite medir a qué velocidad la empresa consume su capital, esa aportación inicial de dinero por parte de sus socios.
¿Cómo se calcula?
Para calcular el burn rate, hay que tener en cuenta que se diferencia entre dos tipos de burn rate:
- El burn rate bruto (gross): Representa el flujo negativo de caja del mes
- El burn rate neto (net): Es el burn rate bruto menos los flujos de caja positivos del mes.
Y que el cálculo del burn rate, en relación con el dinero de caja, nos servirá para determinar el tiempo de vida que tiene la empresa, es decir, cuántos meses puede sobrevivir la empresa con los fondos disponible a la velocidad que se queman estos fondos.
Fórmula del burn rate
Visto lo anterior, la fórmula del burn rate sería la siguiente:
- Burn rate neto = Burn rate bruto – flujo de caja positivo del mes
- Burn rate bruto = flujo de caja negativo del mes
Por ejemplo, si el flujo de caja negativo de nuestra empresa es de 20.000 euros y en ese mes tenemos un flujo de caja positivo de 10.000 euros, tendremos un burn rate bruto de 20.000 euros y un burn rate neto de 10.000 euros.
- Burn rate neto = 20.000 – 10.000 = 10.000 euros.
Veamos qué pasa cuando el flujo de casa positivo empieza a ser mayor. Tomando parte del ejemplo anterior, tenemos un flujo de caja negativo de 20.000 euros, mientras que nuestro flujo de caja positivo del mismo mes es de 40.000 euros.
- Burn rate neto = 20.000 – 40.000 = – 20.000 euros.
En este caso, burn rate neto sale negativo porque la empresa está empezando a generar más ingresos que gastos, es decir, está entrando en su punto de equilibrio.
Los resultados de calcular este indicador los podemos trasladar a un gráfico del burn rate, que nos puede ayudar a determinar cuándo comenzará la empresa a ser rentable o para saber cuándo debemos iniciar una ronda de inversión (de lo que os hablaremos más adelante).
El burn rate en las empresas
El burn rate en las empresas, como ya hemos adelantado, es un indicador de gran importancia, especialmente en las startups, puesto que en muchas empresas de este tipo los ingresos no son inmediatos y a veces tardan en llegar, puesto que existe una curva de curva de trabajo hasta llegar a las primeras ventas y más tiempo aún hasta generar los primeros beneficios.
Gracias al burn rate podremos hacer una correcta previsión del consumo de nuestros fondos, por lo que debe figurar en cualquier plan de negocios para saber cuánto tiempo aguantará nuestra caja en esa situación. Es decir, que nos permite determinar el tiempo de vida de nuestra empresa en función de la velocidad a la que quemamos los fondos disponibles (como ya comentamos más arriba).
¿Por qué es importante?
Es en esa capacidad de previsión dónde reside la importancia de conocer el burn rate de nuestra empresa, sabremos cuánto tiempo podremos sobrevivir en esa situación y, además, cuándo deberemos iniciar una ronda de financiación o buscar otras fuentes de ingresos si para cuando preveamos que se acabarán nuestros fondos, aún no hemos alcanzado la posición de equilibrio.
Para determinar los meses vida de nuestra empresa, recurrimos a esta sencilla fórmula:
- Meses de vida de la empresa = Dinero en caja / Burn rate neto
Mientras que para calcular la inversión necesaria en relación al burn rate, recurriremos a esta fórmula:
- Burn rate neto x número de meses
▷ ¿Cómo actuar cuando el Burn Rate es alto?
Lo primero que debemos señalar es que tener un burn rate alto no es equivalente a encontrarse en una situación mala, dependerá de la empresa y del tipo de producto; por ejemplo, es una situación habitual para ciertas startups tecnológicas en la que los ingresos y los beneficios pueden tardar en llegar.
Pero en caso de que un burn rate alto nos indique que nos estamos quedando sin dinero, podemos recurrir a tres opciones para evitar la desaparición de la empresa.
Ronda de financiación
La ronda de financiación es un recurso habitual para las startups o empresas de base tecnológica para encontrar más financiación. En estos casos, los inversores querrán ver progresos y que el dinero invertido previamente se ha usado para el avance del proyecto (por ejemplo, haber desarrollado una beta o prototipo del producto o haber conseguido unos primeros clientes). Además, puede que haya un mayor seguimiento del proyecto por parte de los inversores.
Hay que tener en cuenta que con cada ronda de financiación, los fundadores de la empresa pierden más peso en el capital de la compañía y que conseguir más dinero se vuelve más complicado con el tiempo, a no ser que los resultados del proyecto sean realmente prometedores.
Encontrar fuentes de ingresos
En vez de buscar financiación externa, se puede intentar buscar otras fuentes de ingresos, como por ejemplo, adelantar la monetización del modelo de negocio, de manera que se empiecen a generar ingresos antes e invertirlos en el flujo de caja.
Los fundadores de la empresa también pueden hacer nuevas aportaciones de capital a la misma, evitando así la entrada de nuevos inversores (aunque esto dependerá de las capacidades económicas de los socios).
También se puede recurrir a solicitar créditos bancarios, con los riesgos que esto conlleva si finalmente la empresa no consigue despegar.
Cerrar por falta de fondo
Finalmente, si no conseguimos evitar la falta de fondos en nuestra tesorería, habrá llegado el momento de cerrar la empresa, porque habremos quebrado. Los motivos pueden ser varios, desde que el proyecto, pese a ser bueno, no termina de cuajar, o ha resultado imposible conseguir financiación externa. Sea el motivo que sea, si queremos evitar esta situación, es fundamental controlar los flujos de caja y especialmente el burn rate.
Estar atentos a este indicador es clave para la supervivencia de la empresa durante sus primeros meses de vida.
Manual de buenas prácticas
Una forma de evitar acabar en esa última situación de cierre de la empresa, es contar con un manual de buenas prácticas en el que recojamos una serie de acciones que nos ayuden a evitar situaciones de riesgo y nos sirvan para aumentar el flujo positivo de nuestra caja.
Entre esas buenas prácticas, tenemos, por ejemplo:
- Controlar el estado de la caja en todo momento.
- Controlar los gastos y los cobros.
- Negocias con proveedores el pago de facturas.
- Aumentar la liquidez de la caja
- Planificar gastos e inversiones necesarias.
- Evitar cobros fraccionados.
- Cumplir los plazos del proyecto.
En definitiva, si bien no existe una tasa de burn rate “adecuada”, lo que sí debemos tener en cuenta es la necesidad de conocer la velocidad a la que consumimos los fondos de la empresa, porque de ello va a depender en gran medida su supervivencia, puesto que nos permitirá planificar el progreso del proyecto, los gastos necesarios y el momento en que podremos necesitar de nueva financiación (externa o aportada por los propios socios fundadores).
Y si las finanzas no son nuestro fuerte y preferimos dedicar nuestros esfuerzos a sacar adelante el proyecto, siempre podemos recurrir a una asesoría y los servicios de un buen asesor.