El compliance, o cumplimiento normativo, se ha convertido en una de las herramientas imprescindibles de aquellas empresas que quieren evitar y prevenir la comisión de posibles delitos, bien por desconocimiento o bien con intencionalidad de alguno de sus empleados. Dentro del ámbito fiscal, el compliance tributario ofrece a las empresas los mecanismos necesarios para evitar riesgos fiscales, así como la comisión de delitos contra la Hacienda Pública.
En esta entrada explicaremos qué es el compliance tributario, por qué puede ser una importante herramienta para las empresas y cómo implantarlo.
¿Qué es el compliance tributario?
El compliance tributario, o compliance fiscal, es un aspecto más del sistema de gestión de compliance que cualquier empresa puede implementar para gestionar el cumplimiento normativo en materia fiscal.
Así, el compliance tributario ofrece protocolos y medidas que las empresas pueden usar para minimizar o eliminar riesgos de incumplimiento fiscal o la comisión de delitos fiscales por cualquier miembro de la organización, independientemente de cuál sea su puesto o nivel de responsabilidad dentro de la misma.
El objetivo de cualquier sistema de gestión de compliance tributario es reducir o eliminar los riesgos de comisión de delitos contra la Hacienda Pública, la AEAT en España, mejorar las relaciones entre ella y la empresa, con independencia del tamaño o sector o actividad a la que se dedique.
El significado de compliance tributario es, por tanto, el de cumplimiento normativo tributario, por lo que todos sus protocolos, mecanismos y medidas están diseñados para cumplir con la normativa vigente en materia fiscal en España.
La Norma UNE 19602
Las empresas pueden recurrir a la UNE 19602 Sistema de gestión de compliance tributario. Requisitos con orientación para su uso, para encontrar una «guía» que seguir para implementar un sistema de gestión de compliance tributario. Además, esta Norma es certificable, lo que puede ayudar a atenuar la responsabilidad penal de la empresa si alguno de sus miembros comete un delito fiscal, ya que serviría como prueba de que la empresa cuenta con las medidas adecuadas para asegurar el cumplimiento normativo en materia fiscal.
La Norma UNE 19602 establece como requisitos para obtener la certificación (que en España concede AENOR):
- Disponer de una política de compliance tributario aprobada por los órganos de gobierno que reduzca la exposición a riesgos tributarios.
- Formación y conciencia del personal de la entidad respecto a los riesgos fiscales identificados.
- Establecer controles financieros y no financieros sobre sus procesos y los de otras entidades con las que pueda colaborar o tener una relación contractual.
- Establecer canales de denuncia internos para denunciar los casos de incumplimiento.
La importancia del compliance tributario para las empresas
Como cualquier sistema de gestión compliance, la importancia de adoptar un sistema de compliance tributario eficaz y adecuado servirá, como ya hemos dicho, como atenuante ante la Hacienda Pública y los tribunales de justicia e incluso como eximente de responsabilidad, tal y como recoge el artículo 31 del Código Penal, puesto que gracias a él, la empresa puede demostrar su compromiso con el cumplimiento normativo y la prevención de la comisión de delitos fiscales.
Además, no solo se trata de evitar extremos como la responsabilidad penal de la empresa ante la comisión de un delito fiscal por parte de un empleado o miembro de la organización, sino que a través de un sistema de gestión de compliance tributario se implementan en la empresa una serie de valores y principios éticos y de transparencia que mejorarán la reputación corporativa entre sus stakeholders (clientes, proveedores, accionistas, empleados, etc.).
Y, como veremos más adelante, la identificación de riesgos fiscales y la prevención de comisión de delitos tributarios aportará una serie de beneficios a la organización, entre ellos, evitar imposición de intereses o sanciones.
Qué debes tener en cuenta para implantar un sistema de compliance tributario
El primer paso para implantar un sistema de compliance tributario es crear un órgano de compliance tributario, que será el encargado de supervisar, vigilar y controlar todo el sistema.
Este órgano será designado por el órgano directivo o administrativo de la organización y se le asignarán tanto la independencia como los recursos humanos y materiales necesarios para poder llevar a cabo su labor y sus funciones.
Deberán definirse claramente los papeles de cada miembro del órgano de compliance tributario, así como sus responsabilidades y qué competencias y conocimientos deben poseer para poder desempeñarlos.
Como supervisor y coordinador del órgano de compliance tributario, se podrá nombrar a un responsable, el denominado tax compliance officer, que como el compliance officer, puede ser un empleado de la empresa o un profesional externo contratado para desempeñar este rol. En cualquier caso, el tax compliance officer deberá tener formación especializada en materia fiscal.
Así mismo, se deberá establecer un compromiso y definir los objetivos a cumplir, que se recogerán en una política de compliance tributario, aprobada por los órganos de gobierno de la organización y comunicada tanto a nivel interno como externo.
Elabora un mapa de riesgos fiscales
Para poder evitar cualquier riesgo de incumplimiento normativo, hay, primero, que identificar estos riesgos; para ello cualquier sistema de compliance tributario elaborará un mapa de riesgos fiscales que puede enfrentar la organización en función de su contexto, es decir, su actividad, el lugar en el que opera, los departamentos, los empleados, las leyes y normas, etc.
La UNE 19602 nos ofrece una clasificación de los riesgos tributarios, que divide en dos categorías:
- Riesgos de procedimiento: Son los riesgos que pueden ocurrir por una mala gestión y control de las obligaciones tributarias de la empresa (por ejemplo, no presentar en plazo los modelos de autoliquidación de impuestos en Hacienda).
- Riesgos de interpretación: Son los riesgos que se producen cuando la organización interpreta una norma de forma diferente a como lo hace la AEAT o los tribunales y opera bajo esa interpretación, pudiendo cometer un delito fiscal sin intencionalidad.
Cuando se hayan identificado los riesgos tributarios, se procederá a su evaluación, usando para ello una metodología previamente definida, que tendrá en cuenta tanto la probabilidad de que los riesgos se materialicen como las consecuencias de que lo hagan, sean estas económicas, legales o administrativas.
Esta evaluación de los riesgos fiscales servirá para establecer el nivel de tolerancia de la organización respecto a los mismos, así como las medidas y controles que son necesarios implantar para reducir las probabilidades de materialización de los riesgos o su nivel de tolerancia.
Establece medidas de due diligence
Un sistema de compliance tributario también debe establecer medidas de due diligence (diligencia debida) con aquellos elementos que puedan estar más expuestos a los riesgos tributarios identificados en el mapa de riesgos, tanto con el personal como con elementos externos de la organización, con los que esta tenga algún tipo de relación.
En lo que respecta a los miembros de la organización, se les comunicará la política de compliance tributario, se les facilitará formación en materia de cumplimiento tributario y se les informará sobre la disposición de los canales de denuncia interna para denunciar aquellos comportamientos ilegales o sospechosos de los que puedan ser testigos.
En cuanto a los elementos externos, es importante contar con medios para poder recabar información en cuanto a su comportamiento fiscal y evaluarlos desde un punto de vista de cumplimiento normativo tributario, para así determinar si la relación con ellos puede ser o no adecuada.
Implanta un canal de denuncia interna
Ya lo hemos ido señalando, pero uno de los puntos clave de cualquier sistema de gestión de compliance, incluido el compliance tributario, es la creación de un canal de denuncia interna, que facilite la denuncia de posibles comportamientos ilícitos, o sospechosos de serlo, en materia fiscal, y que asegure que el denunciante no sufrirá represalia alguna.
El canal de denuncia interna para delitos tributarios puede crearse de forma independiente o aprovechar los ya existentes. En cualquier caso, debe facilitar tanto la denuncia confidencial como la denuncia anónima.
A la implantación de un canal de denuncia interna le acompañará un protocolo de investigación interna que dé salida a esas denuncias, así como un sistema disciplinario que establezca las sanciones por incumplimiento tributario, siempre dentro de los límites que marca la legislación laboral vigente.
Ventajas de implantar un sistema de compliance tributario
Como ya adelantamos, implantar un sistema de compliance tributario ofrece una serie de ventajas para las empresas u organizaciones que decidan contar con ello.
Reducir el riesgo de comisión de delitos tributarios
Para empezar, un sistema de compliance tributario ayuda a reducir el riesgo de cometer delitos fiscales en cualquiera de los departamentos de la organización, ya que todo el personal está informado de cuáles son sus obligaciones en materia de cumplimiento normativo y cuáles pueden ser las consecuencias de no seguir las directrices implantadas. Esto es especialmente relevante en aquellas infracciones que se cometen más por desconocimiento que por intencionalidad.
Reduce el gasto
Si se reduce el riesgo de cometer infracciones o delitos fiscales, una consecuencia directa es la reducción del gasto asociado a estos hechos, puesto que la empresa u organización evitará la imposición de sanciones o tener que pagar intereses de demora al presentar fuera de plazo sus impuestos.
Aporta seguridad jurídica a la empresa
Contar con un sistema de compliance tributario dota a la organización de seguridad jurídica, especialmente ante posibles inspecciones de Hacienda, puesto que si se han seguido y aplicado las medidas y mecanismos que establece el plan de compliance fiscal, los resultados de una inspección se vuelven predecibles.
Contribuye a mejorar la gestión empresarial
Un sistema de compliance tributario también puede ayudar a mejorar la gestión empresarial, pues permite a los responsables de la organización disponer de una radiografía más completa en cuanto a información fiscal y económica de la entidad, disponible en cualquier momento y que puede emplearse tanto en los procesos de toma decisiones como en el día a día.
Ofrece una mejor imagen y reputación empresarial
Con un sistema de compliance fiscal la organización está apostando por la transparencia y por la colaboración con la administración tributaria, lo que, como ya dijimos, mejora su imagen y su reputación corporativa entre sus stakeholders.
No solo se trata de contar con un protocolo para prevenir la comisión de delitos fiscales, sino también de contar con los mecanismos y herramientas necesarios para perseguirlos, investigarlos y castigarlos en la medida en la que la legislación laboral lo permite, además de cooperar con la justicia si es necesario.
Ejemplos de empresas que aplican un sistema de compliance tributario
Pese a que la UNE 19602 se aprobó en 2019, por lo que hablamos de una Norma bastante reciente, ya son varias las empresas que AENOR ha certificado de acuerdo a la misma, entre ellas Iberdrola, Securitas Direct, Siemens Gamesa o Endesa.
Endesa es, además, el ejemplo de compliance tributario que os dejamos para que podáis echar un vistazo a su compromiso con la transparencia fiscal (podréis encontrar sus correspondientes informes de cumplimiento normativo fiscal ahí).
Es de esperar que con el tiempo, más compañías certifiquen esta Norma o, como mínimo, adopten algunas de sus medidas dentro de su sistema de gestión de compliance, para contar también con herramientas de compliance tributario que les ayuden a reducir y prevenir los riesgos fiscales y la comisión de delitos contra la Hacienda Pública.