La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha admitido en la Clasificación Internacional de Enfermedades el “Síndrome del trabajador quemado” como enfermedad profesional. Esto supone que las empresas deberán implementar planes de prevención a partir del 1 de enero de 2022.
¿En qué consiste el síndrome del trabajador quemado? Situaciones como sentir que no se aporta valor a la empresa, no tener un proyecto o incentivos, producen un gran desgaste en los trabajadores. El síndrome afecta a un 10% del total de empleados según los expertos.
Si el síndrome no es tratado y se prolonga en el tiempo, aparece el síndrome del desgaste profesional, que tiene peores consecuencias. No tener ilusión por ir a trabajar es un primer síntoma, pero para reconocer si se padece el síndrome hay señales más claras como levantarse cansado pese a haber dormido o experimentar sentimientos negativos hacia compañeros, clientes y tareas. Finalmente, todo se traduce en un bajo rendimiento.
¿Cómo saber si estás quemado?
El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo identifica 4 fases:
- Entusiasmo: al comenzar en un nuevo puesto de trabajo se genera mucha energía y no importa alargar la jornada laboral.
- Estancamiento: si no se cumplen las expectativas profesionales, se desequilibra la balanza entre esfuerzo y recompensa.
- Frustración: el trabajador se desmotiva y pierde la ilusión.
- Apatía: el trabajador cambia la actitud hacia una postura defensiva.
¿Cómo diferenciar entre estar quemado o estresado? Falta de implicación y un agotamiento que afecte a la motivación y energía psíquica son propios de “estar quemado” mientras que estar estresado es producto de estar demasiado implicado en problemas. Una bajada de rendimiento es resultado de falta de energía física.