A más de 200.000 millones de euros equivale el impacto económico de la desigualdad en el empleo; las mujeres cobran al año un 21,9% menos, es decir, 5.784 euros menos anuales. La reducción de jornada por cuidados la principal causa de estas cifras.

El séptimo informe de ClosinGap “Coste de oportunidad de la brecha de género en el empleo” de PwC presentó sus conclusiones el pasado 21 de febrero, entre las que destacan el impacto económico que la brecha de género tiene en el empleo, que asciende a los 201.913 millones de euros, lo que equivale al 16,8% del PIB español de 2018. El informe cuantifica por primera vez el coste de oportunidad que la desigualdad laboral tiene para la economía española.

El informe añade, además que si la tasa de empleo de la mujer se igualase a la del hombre, la producción aumentaría y supondría la creación de 2,3 millones de puestos de trabajo. También pone de relieve las barreras a las que la mujer española se enfrenta y que lastran su trayectoria profesional, sí como constata la infrarrepresentación que sufre la mujer en el mercado laboral, a pesar de que hay un 5,4% más de mujeres que hombres en edad de trabajar.

La desigualdad en cifras

En términos de empleabilidad, la brecha de ocupación alcanzó los 12 puntos en 2018, con una relación de 10 mujeres ocupadas por cada 12 hombres, mientras que a nivel de desempleo, la diferencia situó en 3,3 puntos porcentuales. En cuanto a la brecha salarial, las mujeres cobran 5.784 euros el año menos que los hombres; esta diferencia tiene un coste de oportunidad de 49.502 millones de euros, equivalentes al 4,2% del PIB español de 2017.

El informe también señala los principales factores causantes de la brecha de género en el empleo, como la interrupción laboral por embarazo o lactancia, que repercute en las condiciones laborales de la mujer y genera una brecha difícil de superar. Además, también hace alusión a las diferencias de género en la elección de estudios y profesiones o la tardía incorporación de la mujer al mercado laboral, junto a la falsa corresponsabilidad en los roles familiares y domésticos, así como otras barreras de índole social y cultural, lo que conforma un difícil escenario laboral para la mujer.

“Las conclusiones ponen de manifiesto la necesidad de que se produzca un cambio en el empleo para asegurar la igualdad de oportunidades en el mercado laboral. Solo así podremos aprovechar todo el talento femenino y reducir el enorme impacto que esta brecha genera para el conjunto del país”, afirmó Manuel Martín Espada, socio responsable de Mercados de PwC y miembro del Board de ClosinGap.

“Este informe habla también de sobrecualificación de las mujeres o de que los trabajos a tiempo parcial llevan nombre femenino, y concluye que reducir las diferencias en el mercado laboral entre mujeres y hombres es el primer paso para seguir avanzando en la reducción de otras brechas de género, como las de corresponsabilidad, pensiones, ocio o salud”, comentó por su pare Marieta Jiménez, presidenta de ClosinGap y vicepresidenta europea de Biopharma en Merck.

Educación, sobrecualificación y techo de cristal

El informe pone de manifiesto que la jornada parcial es más frecuente entre las mujeres, que se ven obligadas a reducir su horario para dedicarse al cuidado de niños o mayores en muchas ocasiones. Por ello, la reducción de la jornada es un factor destacado que acrecienta la brecha de género en el empleo, con una diferencia de 17 puntos porcentuales en 2018: por cada hombre que trabaja a jornada parcial, hay 3,5 mujeres.

El informe también arroja cifras sobre el papel que juega la educación, especialmente la universitaria, para acceder a mejores condiciones laborales, tanto en cargo como en salario. En España, la proporción de mujeres de entre 25 y 64 años con estudios superiores es mayor a la de hombres, con una diferencia de 5,2 puntos porcentuales.

Sin embargo, siguen existiendo diferencias significativas por género en la elección del campo de estudio y como ejemplo, el informe señala las titulaciones STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), en las que el ratio es de 2,85 hombres por cada mujer. Además, las mujeres también son el grupo más afectado por la sobrecualificación, de manera que por cada hombre con titulación universitaria que trabaja en puestos de menor rango, hay 1,12 mujeres.

También se pone de manifiesto el desequilibrio sectorial que sigue alimentando la disparidad de géneros en el mercado laboral, lo que provoca que las mujeres estén más presentes en profesiones con salarios tradicionalmente más bajos, lo que, a su vez, aumenta la brecha salarial.

El informe también pone en cifras la existencia del techo de cristal en España; solo un 8% de los cargos de presidencia y un 9% de las posiciones de alta dirección están ocupados por mujeres, a pesar de que hay más mujeres que hombres con estudios superiores. Como ejemplo, señala la baja representación femenina en los consejos de empresas del Ibex-35 (26%), una cifra que coloca al país muy lejos de otros países europeos.

Más horas al trabajo en el hogar y el cuidado de los hijos

El informe también arroja cifras sobre la distribución del tiempo remunerado y no remunerado y los efectos negativos en la trayectoria profesional de las mujeres, con lo que esto significa respecto al salario y la pensión.

Las mujeres trabajan en España 5.300 millones de horas menos al año que los hombres (28%), consecuencia de una tasa de participación laboral menor y con más contratos a tiempo parcial. Al día, ellas dedican dos horas más que ellos al hogar y 46 minutos más al cuidado de los hijos. Además, se cuantifica la brecha en el hogar: por cada hombre inactivo por dedicarse a tareas en casa, hay casi nueve mujeres en la misma situación.

La edad también juega un papel importante en la brecha salarial, cuantificada en cerca de 5.800 euros en salario anual y en 2,2 euros menos la hora en términos de horas trabajadas; a mayor edad, más evidente es la diferencia, que asciende al 22,5% en el grupo de 55 a 64 años. Así mismo, la jornada parcial también incide de forma negativa en la brecha salarial, con una diferencia de sueldo por hora de 1,8 euros, es decir, las mujeres cobran cerca de un 15% menos por hora que los hombres a media jornada.

A menos de una semana de que finalice el plazo para que las empresas de más de 150 trabajadores tengan en marcha su plan de igualdad, estas cifras siguen poniendo de relieve la desigualdad real entre mujeres y hombres que todavía existe en el entorno laboral y el empleo.

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