Las grandes empresas españolas pierden beneficio y lastran el Impuesto de Sociedades

Las empresas españolas que cotizan en el Ibex 35 cerraron 2019 con malos resultados y como consecuencia la recaudación del Impuesto de Sociedades se ha visto afectada con un retroceso en los ingresos que no veía desde la recuperación económica en 2014.

A finales de febrero se publicaron los resultados de las grandes empresas españolas y las cifras son claras, los grandes valores del Ibex 35 empeoraron sus resultados contables durante el año 2019 y aunque hablamos solo de 10 empresas, su gran tamaño hace que sus pérdidas sean notorias en la recaudación del Impuesto de Sociedades. Grandes bancos, energéticas y operadoras telefónicas redujeron sus beneficios e incluso algunas registraron grandes pérdidas.

Repsol cerró 2019 con unas pérdidas de 3.800 millones de euros por operaciones extraordinarias, ya que de cara a lanzar su estrategia contra el cambio climático, saneó de su balance los activos más contaminantes. Por su parte, Telefónica redujo sus beneficios un 65% consecuencia de su plan de bajas incentivadas. Y bancos como BBVA, Santander, Caixabank y Bankia terminaron el ejercicio con peores cifras que en 2018, con una media de un 20% menos de beneficio en general.

Son pocas, pero la envergadura de estas empresas hace que sus pérdidas pesen en el Impuesto de Sociedades, disminuyendo su recaudación para las arcas del Estado

Pérdidas en el Impuesto de Sociedades

Debido a las pérdidas sufridas por estas grandes empresas, la recaudación del Impuesto de Sociedades sobre los beneficios empresariales retrocedió por primera vez desde 2014, no superando, además, la barrera de los 25.000 millones de euros en ingresos, tal y como esperaba el Ministerio de Hacienda. Y muy lejos del máximos histórico alcanzado en 2007, cuando en plena burbuja inmobiliaria llegaron a más de 44.000 millones de euros.

Si bien, este mal resultado no ha sido una sorpresa para el ministerio de María Jesús Montero, ya que desde principios de año las grandes compañías cotizadas fueron recortando los pagos fraccionados del impuesto. De manera que el segundo pago fraccionado ya disminuyó cerca de 1.900 millones (un 13,7%) respecto al mismo período de 2018. De acuerdo al informe de la Agencia Tributaria:

“Para entender esta fuerte caída hay que recordar que el año pasado los pagos tuvieron una evolución peculiar, influida decisivamente por el comportamiento de cinco grandes grupos que tributan de acuerdo al pago mínimo. Estos grupos declararon pocos beneficios en el primer pago y una cantidad anormalmente alta en el segundo. Eso dio lugar a un nivel de ingresos muy elevado en octubre de 2018 que compensaba sobradamente los malos resultados del primer pago. Este año, al realizar la comparación con ese período, se produce una disminución significativa de los ingresos en esos cinco grandes grupos”.

Además, de cara a afrontar la posibilidad de tener que pagar al menos un 5% por los beneficios obtenidos en el exterior, una medida que pretende implantar el Gobierno, algunas empresas anticiparon el pago en 2018 en unas condiciones más ventajosas que en el futuro (hasta ahora estaban exentos el 100% de los dividendos aportados por las filiales en otros países). Así, el efecto en comparación con el año pasado y los peores resultados obtenidos por las grandes del Ibex, han provocado ese retroceso en la recaudación del Impuesto sobre Sociedades.

España se aleja de los países de su entorno

Este retroceso en la recaudación del Impuesto de Sociedades aleja al Gobierno de su objetivo de que los ingresos que proporciona sean equivalentes a los que obtienen otros países de nuestro entorno. Así, el impacto de la recaudación del tributo sobre el PIB descendió en 2019 hasta el 2,9%, mientras que la media comunitaria está en el 2,8%. España debería recaudar 6.000 millones de euros más por este impuesto para poder equipararse a sus vecinos europeo.

Pero según los expertos, las características del tejido empresarial español, formado mayoritariamente por pymes y con pocas empresas grandes o medianas, hacen que sea difícil aumentar los ingresos por el Impuesto de Sociedades.

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