¿A quién no le gustaría tener fines de semana que durasen tres días, verdad? Pues algunas empresas ya están probando a implantar, de momento en modo de prueba, la semana laboral de 4 días (sin rebajar el salario). ¿Los resultados? Una productividad que no se resiente y menor absentismo laboral. ¿Pero podría hacerse en España?
Semanas laborales de 4 días. Fines de semana de 3. ¿A quién no le suena bien eso? Pues es la siguiente apuesta en algunas empresas internacionales. El último en probarlo, Microsoft Japón, que durante el pasado mes de agosto, permitió a sus empleados disponer de tres días libres a la semana.
El experimento fue parte del proyecto “Work Life Choice Challenge” y se aplicó a 2.300 empleados durante el mes de agosto, en el que disfrutaron de fines de semana de tres días. Los resultados no podrían hablar mejor; la productividad se incrementó en un 39,9% durante el período de tiempo que duró. Además, obtuvo un feedback muy positivo, con un 92,1% de los empleados que declaró que le había gustado la semana de cuatro días laborales. Microsoft Japón ya está pensando en repetir la experiencia este próximo invierno.
Las semanas laborales de cuatro días ven aumentar la productividad y la motivación de los trabajadores
Las pioneras fueron Nueva Zelanda y Suecia
Pero Microsoft Japón no ha sido la primera empresa en probar la jornada semanal de cuatro días. La empresa neozelandesa Perpeutal Guardian ya llevó a cabo este experimento en 2018, cuando durante dos semanas sus empleados solo trabajaron de lunes a jueves. Como en el caso japonés, los resultados hablan por sí solos; aumento de la productividad, trabajadores más motivados y con un nivel de estrés de menor.
El éxito del experimento llevó a la empresa a instaurar esta semana laboral de forma oficial, con la luz verde para el proyecto dada por el Estado.
En el caso de Suecia, todavía fue más adelantada; en 2015 un tribunal aprobó reducir la jornada laboral en seis horas sin producirse reducción salarial. Como en los dos casos anteriores, los resultados fueron muy positivos. Sin embargo, la presión de los empresarios del país y algunos partidos políticos llevaron a poner término a esta medida.
Una gestión distinta de los tiempos
Tanto en Microsoft Japón como en el Perpetual Guardian la clave para que la reducción de la jornada laboral en un día funcionará pasaba por replantear la gestión del tiempo. Se empezó reduciendo los tiempos dedicados a las reuniones, que no debían durar más de 20-30 minutos, y se diseñó un plan de trabajo previo que permitiese completar el mismo número de proyectos en un tiempo menor. Además, entre otras medidas, también se prohibió utilizar internet para todo lo que no estuviera relacionado con el trabajo.
La mayor preocupación era el aumento del estrés de los trabajadores, debido a tener menos tiempo para completar su carga de trabajo. Salvo algunos casos, la mayoría de trabajadores vieron descender su nivel de estrés, atribuido a una mayor motivación, en parte, por saber que la semana terminaría el jueves y dispondrían de más tiempo libre.
¿Se puede implementar en España?
Aunque nos gustaría poder responder que sí, que podríamos implementar esta semana laboral de cuatro días en España, lo cierto es que ni a nivel legal ni cultural estamos cerca de ver llegar este tipo de jornadas laborales semanales reducidas a nuestro país.
No es que no sea posible, quizás alguna empresa se anima a poner en marcha el mismo experimento que ha probado Microsoft Japón, pero en España todavía pesa mucho la cultura del presencialismo y ni siquiera se ha logrado implantar aún una jornada de 35 horas o extendido realmente la posibilidad del teletrabajo o la jornada flexible.
Por ello, pensar en reducir la semana laboral en un día parece todavía muy lejano para verse en España, donde todavía tenemos pendiente “cambiar el chip” en cuanto a evaluar la jornada laboral no tanto en horas “calentando el asiento”, sino en productividad, y ajustarnos a los horarios de trabajo más europeos, entrando más temprano y finalizando la jornada antes (lo que también repercutiría en una mejor conciliación de la vida laboral y familiar).
Lejos, pero no imposible. Lo primero será llegar a crear una cultura laboral más enfocada a la productividad que a las horas que dura la jornada de trabajo, de manera que con el tiempo, la llegada de la semana laboral de 35 horas o incluso la de cuatro días acaben siendo una realidad.