Si al llegar el período de la campaña de la Renta, comienzas a pensar en las formas en que podrías pagar menos impuestos, puede que entre esas ideas figure la del cambio de residencia fiscal a un país donde la carga fiscal sea mínima o inexistente. Sin embargo, encontrar ese país o territorio en el que podrías beneficiarte de la exención de impuestos puede resultar una tarea compleja.
Para facilitarte esta búsqueda, hemos elaborado una lista de los mejores países para residir fiscalmente en el extranjero; en la mayoría de ellos no tendrás que pagar ninguna cantidad en impuestos, siempre que no generes beneficios dentro de sus fronteras, en otros la tasa de impuesto que podrías que tener que pagar como residente es mínima y puede compensarte mudarte medio año allí.
En cualquier caso, si después de leer las principales características y requisitos para poder residir en estos países, la idea de mudarte ha echado sus raíces, te recomendamos que consultes con una agencia de residencia fiscal para que te asesoren y ayuden en todo el proceso y no dejar ningún trámite al azar, a fin de cuentas, te estás mudando a otro país y hay aspectos legales que no puedes dejar de considerar.
A continuación os dejamos el listado de los mejores países para llevar tu residencia fiscal.
Mónaco
¿Quién no ha oído hablar de Mónaco? Este pequeño principado situado entre Francia e Italia no cobra impuesto sobre la renta y los impuestos que se aplican sobre donaciones y sucesiones son bastante reducidos. El único impuesto que tendrás que pagar si llevas allí tu residencia fiscal es el impuesto al fondo de seguridad social, que oscila entre el 19% y el 40%.
Poder obtener la residencia en Mónaco, sin embargo, no es barato, puesto que se debe realizar un depósito de 500.000 euros o comprar una propiedad por esa misma cantidad. También deberás residir allí al menos 6 meses y un día al año.
Georgia
Entre Europa y Asia, Georgia no cobra impuestos sobre las ganancias obtenidas fuera del país a sus residentes, de manera que los ingresos que generes fuera de sus fronteras estarán libres de cargas allí.
Si tienes pensado constituir una empresa o invertir en Georgia, podrás conseguir un permiso de residencia de forma bastante sencilla. Además, al ser ciudadano de la UE, podrás residir durante un año en el país sin necesidad de visado.
Chipre
Chipre es quizás el país europeo donde puede resultar más fácil conseguir la residencia fiscal, especialmente porque solo tendrás que residir 60 días al año allí. En lo que a impuestos se refiere, cuenta con un programa fiscal especial con el que no se pagan impuestos sobre ingresos por dividendos e intereses nacionales o extranjeros, aunque sí existe el impuesto sobre la renta.
Portugal
Si no quieres irte muy lejos, Portugal es un país donde solo pagarás un 10% de impuestos, además, los trámites para llevar tu residencia fiscal al país luso no son muy complicados. Tendrás que residir un mínimo de meses al año allí.
Omán
Hemos incluido Omán en la lista porque no aplica impuestos sobre la renta de sus residentes, sin embargo, debes tener en cuenta que actualmente ha introducido impuestos sobre determinados artículos y productos que pueden encarecer bastante la vida allí (tabaco, bebidas gaseosas, bebidas energéticas, etc.).
Además, conseguir la residencia en Omán puede resultar complicado, puesto que los permisos de residencia están bastante limitados, siendo la forma más común para conseguirlos consiguiendo un trabajo allí o a través de miembro de una familia del país, para lo que además se necesita un certificado de No-Objeción, firmado por el sponsor y el gobierno.
Emiratos Árabes Unidos
Los Emiratos Árabes Unidos son una opción que debes considerar, no solo para llevar tu residencia fiscal personal, incluso para montar una empresa en alguna de sus más de 40 áreas de libre comercio, ya que es la forma más «sencilla» para conseguir un visado de residencia.
Aquí no pagarás impuestos sobre la renta o sobre las ganancias de capital, ni siquiera impuestos sociales.
Qatar
Es uno de los países más ricos del mundo y en el que varias empresas tienen presencia. Residir en Qatar en términos fiscales implica no pagar impuestos sobre la renta, los dividendos, regalías y ganancias, y la única obligación es pagar el 5% del impuesto social.
Conseguir un permiso de residencia implica tener un empleo allí o ser familiar de una persona empleada allí. Por lo tanto, para poder mudarte a Qatar de forma legal, necesitas tener un puesto de trabajo en alguna de sus empresas.
Baréin
Baréin no tiene impuesto sobre la renta, pero sí aplica otros tipos impositivos que merece la pena mencionar, para que lo tengas en cuenta si lo barajas como opción. Así, alquilar un inmueble (tanto para una persona física como para una jurídica) está gravado con el 10% del precio total del alquiler. Y las empresas deben pagar un 4% del salario del trabajador extranjero a la Organización del Seguro Social.
Para conseguir el permiso de residencia en Baréin debes o bien tener un visado de trabajo, o registrar una empresa local para desarrollar una actividad comercial o poseer bienes inmuebles en su territorio.
Islas Bahamas
Las Islas Bahamas es uno de los países más ricos de su zona, en gran medida gracias al turismo y la banca. Como residente no tendrás que pagar impuestos sobre tus ingresos, independientemente de donde provengan. El único impuesto que tendrías que pagar allí, sería un 3,9% del salario a un fondo de seguridad social del Estado, pero solo si trabajas allí.
Conseguir el permiso de residencia en las Bahamas es cuestión de fondos; por 1.000 dólares estadounidenses al año, puedes conseguir un permiso de residencia temporal, que puedes ir renovando anualmente. Pero si quieres algo más permanente, tendrás que invertir en un negocio o comprar una propiedad por un importe mínimo de 500.000 dólares estadounidenses. Este permiso de residencia da derecho a trasladar a toda tu familia a las islas.
Como punto positivo, los inversores no tienen obligación de residir un mínimo de días o semanas en Bahamas para mantener su permiso de residencia.
Islas Vírgenes Británicas
Si consigues hacerte con uno de los 25 permisos de residencia que las Islas Vírgenes Británicas conceden al año, dejarás de tener que preocuparte de pagar los impuestos sobre la renta, las ganancias de capital, el impuesto de sociedades o el de sucesiones.
Eso sí, es obligatorio que residas allí 270 días al año, para mantener el estatus de residente.
Conseguir el permiso de residencia, eso sí, es complicado por su limitado número y porque tendrás que demostrar que posees unas buenas finanzas personales, además de pagar una fianza de garantía de 1.000 dólares estadounidenses.
Islas Caimán
Las Islas Caimán son uno de los paraísos fiscales más conocidos y residir en ellas está libre de impuestos, de la renta, el IVA e incluso de seguros sociales, aunque sí que hay tener en cuenta los aranceles impuestos sobre bienes importados.
En cualquier caso, irse a vivir en este rincón del Caribe implica hacer una inversión de al menos 500.000 euros en bienes inmuebles o compañías locales (que puede ser tu propia empresa), además de tener unos ingresos anuales de 150.000 euros.
Islas Turcas y Caicos
Las Islas Turcas y Caicos es otro país que merece la pena tener en cuenta, si estás pensando cambiar tu residencia fiscal.
Entre otras cosas, no se paga impuesto sobre la renta, ni sobre donaciones y sucesiones, además, tampoco hay pago de impuestos indirectos. Además, existe un programa del gobierno orientado a atraer residentes extranjeros, que facilita la obtención de la residencia; pagando 1.000 dólares al año se puede obtener un permiso de residencia temporal renovable. Y una vez alcanzados los cinco años, se puede cambiar por la residencia permanente.
Costa Rica
Siempre que no generes ingresos en Costa Rica, tus ganancias no se gravarán con impuestos. Además, conseguir el permiso de residencia aquí no es muy complicado, solo necesitar demostrar unos ingresos mensuales de 2.500 dólares o hacer un depósito bancario de 60.000 dólares para conseguir un visado de residencia de dos años. Si eres pensionistas y cobras al menos 1.000 dólares al mes, también puedes conseguir un visado para residir allí. Así mismo, también son válidas las inversiones de 200.000 dólares en propiedades.
Guatemala
Guatemala es otro país en el que no tendrás que pagar impuestos sobre tus ingresos, siempre que estos se hayan obtenido fuera de sus fronteras.
Conseguir la residencia es relativamente fácil, puesto que solo tienes que demostrar unos ingresos mensuales de 1.000 dólares, aunque como «contrapartida», tendrás que residir en el país la mayor parte del año, si no, podrían retirarte el permiso de residencia. Después de cinco años, es posible que puedas aplicar a la ciudadanía.
Nicaragua
Seguimos en los países centroamericanos que no cobran impuesto sobre las ganancias obtenidas fuera de sus fronteras. Nicaragua prácticamente no impone impuestos a este tipo de ingresos y para conseguir un permiso de residencia basta con demostrar unos ingresos mensuales de 750 dólares. Eso sí, para mantener la residencia, debes vivir allí al menos seis meses al año.
Brunei
Asia también tiene países en los que puedes ahorrar en impuestos. Es el caso de Brunei, donde sus ciudadanos no pagan impuesto sobre la renta, pero sí algunos tributos a fondos sociales del Estado para financiar su seguridad social y su sistema de pensiones.
Es posible optar tanto a un permiso de residencia temporal como permanente.
Singapur
Singapur es uno de los países del sudeste asiático más ricos y que cuenta con varias facilidades para empresas extranjeras que quieran trasladarse allí. También para particulares, puesto que los trabajadores pagan solo un impuesto del 20% de su salario, independientemente de lo que ganen a partir de cierto nivel.
Además, sus ciudadanos no pagan impuestos sobre intereses, ganancias de capital o ganancias obtenidas en el extranjero.
Y cuenta con diferentes permisos de residencia.
Vanuatu
Situado en el Pacífico Sur, Vanuatu ofrece las mismas condiciones fiscales a sus residentes y no residentes. Si te llevas tu residencia fiscal a este archipiélago no tendrás que pagar impuesto sobre la renta, sucesiones, ganancias de capital o exportación de capital, entre otros.
Además, existen diferentes programas para obtener la residencia de forma relativamente sencilla, a través de inversiones en propiedades por importes de 80.000 dólares o demostrando tener unos ingresos mínimos de 2.000 dólares al mes.