Uno de los secretos para el éxito de una empresa es optimizar la productividad laboral para alcanzar la máxima rentabilidad posible. Pero, ¿qué factores intervienen en la productividad? ¿Cómo se puede mejorar?
¿Qué debemos tener en cuenta para mejorar la productividad de nuestros trabajadores?
Se suele entender la productividad del trabajo como el rendimiento individual de un empleado en un tiempo determinado (una hora, por ejemplo).
Sin embargo, la productividad laboral también se puede entender de una forma global, es decir, calcularse en relación al total de lo producido por un equipo y sus recursos productivos durante cierto período de tiempo.
A la hora de determinar la productividad se tienen en cuenta el capital aportado, la tierra y el rendimiento de los trabajadores, que es en el que nos vamos a centrar en este artículo.
Por otro lado, hay que diferenciar entre la productividad aparente de la real. La productividad aparente es la cantidad de valor producido en un momento concreto por un número determinado de trabajadores. Por tanto, es una medida aproximada que puede variar en el tiempo. En cambio, la productividad real se calcula en base al valor de la producción si se utilizase toda la capacidad productiva disponible.
Como dato, cabe decir que la productividad laboral en España se ha estancado en los últimos años por primera vez en dos décadas, De hecho, el INE (Instituto Nacional de empleo), detectó en su último informe un descenso en la productividad real del 0,25%.
Por tanto, uno de los caballos de batalla de los empresarios y de la economía española en general es conseguir aumentar la productividad. Y una de las formas es impulsar el rendimiento de los empleados.
Pero, ¿cómo se puede conseguir esto sin caer en la explotación laboral o sin exprimir al máximo a los trabajadores? Lo vemos en los siguientes puntos.
Monitorizar las tareas de los empleados
La tecnología permite realizar un seguimiento de los trabajadores para comprobar su desempeño. Gracias a ello se puede tener controlado en todo momento qué tareas está haciendo un trabajador, o cuánto tiempo gasta en cada una de ellas. Esto sirve para detectar valles de productividad en diferentes áreas y poner en marcha herramientas para solucionarlos.
Por ejemplo, algunos programas que permiten monitorizar tareas son Asana, Wirke o Trello.
Tener en cuenta los procesos, no solo los resultados
Los resultados de un departamento pueden ser buenos, pero puede que se deban al sobreesfuerzo que están realizando los empleados. Quizá, con un procedimiento más pulido, los resultados podrían ser todavía mucho mejores.
Por tanto, no se deben obviar las carencias de la empresa solo porque los resultados sean buenos. Hay que adelantarse a los acontecimientos y perfeccionar aquellos sistemas y estructuras claves para la empresa. Es objetivo es que los procesos nunca interfieran ni entorpezcan las tareas del trabajador, para que éste pueda ofrecer potencialmente su máximo rendimiento.
Variables: capacidad, foco y estrategia
Hay tres variables en las que se debe hacer especial énfasis, ya que la correcta combinación de las mismas puede repercutir muy positivamente en la productividad de los trabajadores. Estas variables son:
- Capacidad: las posibilidades técnicas, organizativas o económicas que ofrece la empresa a los empleados.
- Foco: enfocarse en aquellas tareas más productivas, importantes o que tienen un mejor retorno de la inversión.
- Estrategia: diseñar un plan de actuación que tenga en cuenta fortalezas, debilidades, amenazas y oportunidades.
Fórmula productividad laboral
Para saber si el rendimiento de los trabajadores es óptimo hay que conocer la productividad media del trabajo.
La fórmula es la siguiente:
- Productividad de los empleados = Productos o servicios producidos / Recursos empleados
Esta es una manera de calcular la productividad bastante simplista, una fórmula muy básica que sirve para hacerse una idea general del concepto de productividad. En realidad, hay otros factores que se deben tener en cuenta, como vemos en el siguiente punto.
Método de cálculo de la productividad laboral
La productividad de un trabajador se calcula en base a la cantidad producida con unos recursos determinados, expresado en determinado período de tiempo.
Para calcular la productividad laboral total , habría que sumar toda la producción de un equipo entero, teniendo en cuenta los recursos productivos empleados.
EJEMPLO:
En una empresa de fabricación textil se producen 1.000 prendas al día. Su valor de venta en tienda es de 10 euros por prenda. En la fábrica trabajan 5 empleadas a jornada completa, que cobran 8 euros a la hora. Utilizan 5 máquinas, cuyo precio de alquiler es de 500 euros/día. También emplean 50 Kg de tela/día cuyo precio es de 10 euros/Kg. ¿Cuál será el índice de productividad de cada empleada, expresado en euros/día?
SOLUCIÓN:
Paso 1: calcular el rendimiento total de las trabajadoras
- Se fabrican 1.000 prendas al día, cuyo valor en tienda es de 5 euros/prenda
- 1.000 x 10 = 10.000 euros de valor total de producción.
Paso 2: calcular el coste de producción
- Sueldo de las trabajadoras
- 8 euros/hora x 8 horas/día = 64 euros/trabajadora
- 64 euros x 5 trabajadoras = 320 euros de gasto total en sueldos
- Coste de la maquinaria
- 500 euros/día x 5 máquinas = 2.500 euros de coste total de las máquinas
- Costes de la materia prima
- 50 Kg de tela x 10 euros/Kg = 500 euros de gasto en materia prima
- TOTAL de coste de producción
- 320 + 2.500 + 500 = 3.320.
Paso 3: Hallar el índice de productividad
- Se divide el rendimiento total con el coste total de producción
- 10.000/3.320 = 3,012 es el índice de productividad
Interpretación y utilización de los indicadores
Para entender mejor el rendimiento de los trabajadores en relación a valores o funciones específicas, se deben aplicar herramientas de análisis de KPI o indicadores claves de rendimiento. Al análisis de dichos indicadores ayuda a saber si se están cumpliendo los objetivos de crecimiento de la empresa. Una herramienta de análisis de estos KPI’s es Search Inform.
Acciones para mejorar los índices de productividad laboral de la empresa
La productividad se cimenta sobre la tierra, el capital y el trabajo. En este caso vamos a ver algunos consejos para mejorar la productividad del factor trabajo en la empresa, esto es, el rendimiento de los empleados.
Reuniones para compartir ideas, conocimientos y opiniones
Las reuniones de equipo fomentan la colaboración de los empleados y ayuda a poner en conjunto las propuestas de los diferentes departamentos de la empresa. Uno de los métodos más utilizados es realizar jornadas de reflexión y encuentros periódicos en los que se realizan tormentas de ideas. Después, estas ideas se someten a debate y se eligen las que pueden ser más útiles para la empresa.
Implantar un sistema de incentivos laborales
Otro factor clave para mejorar la productividad laboral es ofrecer incentivos justos que contribuyan a que los trabajadores quieran conseguir sus objetivos. Estos incentivos no tienen por qué ser solo monetarios (comisiones), sino que pueden consistir en otra serie de ventajas: por ejemplo, salir antes los viernes, regalar viajes de fin de semana o brindar la oportunidad de promocionar dentro de la empresa son otros incentivos que se podrían poner en práctica.
Mantener un buen clima laboral
Otro de los consejos para aumentar la eficiencia de los trabajadores y mejorar su actitud es crear un clima laboral agradable y estable. Para ello es fundamental tener un código de conducta que los trabajadores respeten. Además, se pueden poner en marcha otras iniciativas, como reuniones periódicas fuera del trabajo, o tener una sala de descanso donde los empleados puedan relacionarse más allá de las cuestiones laborales.
Apoyarse en la tecnología (software y aplicaciones de productividad)
Hoy en día existen multitud de software que puede ayudar a mejorar la productividad en el trabajo. Por ejemplo, se pueden emplear aplicaciones para control y seguimiento de tareas como Wunderlist, Todoist o Any.do.
En definitiva la productividad laboral depende de numerosos factores. Por un lado, los recursos con que cuenta la empresa y los procesos y procedimientos que se lleven a cabo.
Por otro, también influye la capacidad de la empresa para crear un clima agradable y unas condiciones laborales que puedan mejorar la calidad de vida de los trabajadores.
Con esto llegamos al final del artículo. Si quieres consultar más información relacionada con trabajo y empleo, te recomendamos echar un vistazo a nuestra sección sobre normativa laboral.