El Ministerio de Consumo está preparando una nueva ley con la que quiere prohibir el uso de los números 902 de tarifación adicional para los servicios de atención al cliente.
¿Quién no ha tenido alguna vez que llamar al servicio de atención al cliente de alguna empresa con la que tiene contratado un servicio? ¿Y cuántas veces ese número no ha comenzado por 902? Llamar a este número, que está dentro de los conocidos como de tarifación adicional, puede suponer una poco agradable sorpresa en la factura del teléfono, especialmente en la del móvil.
Si bien es cierto, que actualmente se puede encontrar en muchos casos un número alternativo a estos 902 para llamar a atención al cliente, todavía es mucha la gente que se ve obligada a usarlo, con el gasto extra que conlleva.
Por ello, el Ministerio de Consumo está preparando una nueva legislación con la que prohibir que las empresas usen los 902 para sus servicios de atención al cliente.
Consumo busca acabar con un «abuso generalizado» al usar estos números, que suponen un coste más elevado para los consumidores.
Para llevar a cabo esta prohibición, el Ministerio de Consumo está trabajando en reformar parte de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, concretamente el artículo 21.2, que dice que el uso de la línea telefónica que se ponga a disposición de los clientes «no podrá suponer para el consumidor y usuario un coste superior a la tarifa básica», entendida esta como «el coste ordinario de la llamada de que se trate, siempre que no incorpore un importe adicional en beneficio del empresario».
Para aclarar este texto un tanto ambiguo, Consumo se apoyará en la resolución del Tribunal de Justicia Europeo de 2017, donde se establecía que la tarifa básica en un servicio de atención al cliente «no puede exceder del coste de una llamada a una línea telefónica fija geográfica o móvil estándar».
Consumo entiende que cuando todos los operadores ofrecen ya tarifas planas para llamadas desde fijos y móviles, mantener números de atención al cliente 902 es algo «obsoleto». Además, consideran a estos números como «números de tarifación inteligente», como los 900 y los 901, aunque en el primer caso es un número gratuito y en el segundo, el coste se comparte entre consumidor y empresa, mientras que en los 902, el coste de la llamada lo paga íntegramente el consumidor, tratándose además de una tarifa superior a la de una llamada ordinaria (como ocurre con otros números de esta clase, aquellos empleados para concursos o juegos).
Para llevar acabo esta reforma de la Ley, el ministerio abrirá un proceso de consulta pública y trabajo con asociaciones de consumidores y sociedad civil. Y será el siguiente objetivo después de que el Consejo de Ministros apruebe en octubre la ley de la publicidad del juego online.
La reforma está en camino, así que si tu empresa ofrece su servicio de atención al cliente a través de un número 902, empieza a considerar cambiarlo.
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