Todas las empresas, grandes o pequeñas, tienen un ciclo de vida, un proceso que podemos dividir en cinco etapas diferentes y que en esta entrada os vamos a detallar, para que sepáis determinar en qué etapa se encuentra vuestra empresa.

Definición

Las empresas son como los seres vivos y tienen su propio ciclo de vida, independientemente de su tamaño o del tipo de negocio y sector al que se dedique. Este ciclo de vida de las empresas se divide en 5 etapas diferentes, que solo se irán alcanzado si el empresario y su equipo hacen el trabajo necesario para avanzar. Cuánto dura cada etapa es algo que varía de una empresa a otra, ya que cada caso es particular y depende, como hemos dicho, del equipo humano que hay detrás.

Ya tengas una empresa grande, una pyme o hasta una pequeña empresa familiar, saber en qué etapa se encuentra es clave para enfocar los esfuerzos y estrategias para avanzar en la dirección deseada. Para ello vamos a ver en qué consiste cada etapa y que así podáis realizar vuestro propio análisis del ciclo de vida una empresa.

▷ Las 5 grandes etapas en el ciclo de vida de una empresa

Como hemos dicho, el ciclo de vida de una empresa tiene cinco etapas: Embrión, Crecimiento, Despegue, Madurez y Declive. Este concepto tiene su origen en los años 50 y en los modelos de ciclo de vida organizaiconal de una empresa. A continuación veremos cada etapa por separado.

Etapa embrión

La primera etapa es la etapa denominada embrión (o nacimiento), es la fase en que tenemos la idea para nuestra empresa, en que la que se constituye y nos hacemos con las instalaciones y otros elementos necesarios para comenzar a trabajar y producir.

Esta etapa se caracteriza por tener un gran volumen de gastos, ya que la inversión inicial será grande para poder poner en marcha el negocio, y también en la que existe la posibilidad de cerrar. Sus principales características son:

  • Un crecimiento lento y una demanda baja por parte de los clientes objetivo.
  • Precios que tienden a ser altos para poder compensar la inversión y salir cuanto antes de la zona de beneficios negativos.
  • La necesidad de inversión es más grande en esta primera fase, tanto para desarrollar el negocio como para aumentar la demanda de los clientes potenciales.
  • Riesgo elevado de cierre de la empresa.

Etapa de crecimiento

La segunda etapa es la de crecimiento, donde se logra la estabilidad y se consigue la rentabilidad necesaria para poder seguir avanzado y mejorando todas las áreas funcionales. En esta etapa la empresa crece y puede dejar de depender de la financiación externa, al tiempo que se proponen nuevos retos como incrementar el número de clientes y la demanda.

Si sube la demanda de nuestro producto o servicio, es posible que necesitemos aumentar el número de trabajadores o colaboradores para poder hacer frente a ese aumento. Además, es el momento de utilizar el marketing para posicionar nuestra marca, producto o servicio en la mente de los consumidores. Y también puede ocurrir que aparezca la necesidad, dependiendo del sector en el que estemos desarrollando nuestra actividad económica, que necesitemos adquirir nuevos locales o oficina, para lo que debemos asegurar de de que el crecimiento sea sostenible y no un crecimiento “ficticio” que luego decaiga.

Así, las principales características de esta etapa son:

  • Rápido crecimiento gracias al aumento de la demanda con la entrada nuevos clientes.
  • Limitada presión competitiva en precios.
  • Posibilidad de reducir los precios ante el aumento de la demanda.

Etapa de despegue

Entramos en la tercera etapa, la etapa despegue, en la que los beneficios se vuelven consistentes, pero el crecimiento tanto de la demanda como del propio beneficio empiezan a frenarse debido a la gran competencia. Es el momento de adoptar nuevas estrategias que nos permitan sobrevivir a nuestros competidores y superarlas para poder alcanzar la siguiente etapa.

Esta fase se caracteriza por:

  • La demanda llega a su punto máximo y resulta difícil encontrar nuevos clientes.
  • La competencia es fuerte y se empieza un fuerte proceso de inversión por encima de la demanda para combatir y derrotar a la competencia.
  • Se reducen los costes, o se intenta reducirlos, para sobrevivir a la competencia y continuar con la actividad.
  • Existe riesgo de cese del negocio, ya que la competencia puede traducirse en la liquidación de empresas o de la fusión de las mismas.

Etapa de madurez y adaptación

La cuarta fase es la más deseada por cualquier empresa de servicios o productos; la llamada fase de madurez y adaptación es el momento en el que se considera que la empresa tiene éxito y es estable, Los clientes son fieles gracias a la credibilidad y capacidades que hemos demostrado. Y contamos con personal que atienda la administración y parte de o toda la gestión.

Aquí habremos alcanzado el máximo tamaño de mercado y competimos apoyados en una organización empresarial eficiente. Además, nuestros productos o servicios tienen valor agregado y nos centraremos en desarrollar estrategias basadas en la innovación e incluso nos podríamos atrever en expandirnos a otros mercados.

Toda empresa quiere mantenerse en esta fase y para ello se crean estrategias con las que poder adaptarse al entorno y no perder mercado o vigencia. Aquí lo difícil no es llegar, sino mantenerse.

Las principales características de la etapa de madurez y adaptación son:

  • Estabilidad de precios.
  • Un crecimiento lento o casi testimonial, donde la demanda es solo de reposición.
  • Altas barreras de entrada debido a la estructura de costes bajos y el poder de marca ya establecida.

Etapa de declive

Llegamos a la quinta etapa, la etapa de declive, una fase en la que ninguna empresa querría entrar, pero que tarde o temprano llega. Ocurre cuando la empresa no logra mantenerse en la etapa de madurez, algo que puede deberse tanto a factores internos como externos, que generan deficiencias o debilidades en la organización.

En la etapa de declive la empresa empieza a perder su posición en el mercado frente a otros competidores, por lo que intentará reducir precios para tratar de reanimar la demanda. Esto podría acabar dando pie a una guerra de precios en el sector y la aparición de una competencia más fuerte, que acabaría por llevar a la empresa a tener pérdidas y acabar por tener un beneficio negativo que obligue al cese y cierre de la empresa.

Si no se supera el declive, la empresa podría liquidarse, aunque no es el único destino al que estaría abocada. Una buena estrategia de reposicionamiento, el desarrollo de un nuevo producto o servicio o un cambio de sector podrían relanzar a la empresa y llevar a alcanzar una nueva fase de madurez, algo por lo que han pasado las empresas más longevas del planeta, algunas con más de 100 años a sus espaldas, como Mercedes, Audi, Artiach, Caixa Bank, Toblerone o Max Factor (como veis, diferentes sectores, aunque es en la alimentación donde más empresas centenarias se encuentran).

ciclo de vida de una empresa

Ejemplo real de un ciclo de vida de una empresa paradicmático

Nokia

Si hay un caso paradicmático en el que podemos ver las diferentes etapas del ciclo de vida de una empresa, ese es el de la filandesa Nokia, que se convirtió en el líder mundial en la fabricación y venta de móviles entre 1998 y 2011.

Pero la historia de Nokia comienza mucho más atrás en el tiempo, ya que fue fundada en 1865 y comenzó su vida empresarial dedicada a la fabricación de papel y cartón. Su despunte, tras varios cambios en su producción, se produjo en las décadas de los 60 y 70, cuando se dedicaron completamente al sector de las telecomunicaciones, donde contaba con una gran capacidad competitiva y de innovación respecto a sus competidores. Pero es en los años 90 cuando Nokia comenzó a vivir su etapa dorada gracias a la telefonía móvil.

Nokia consiguió ser lo suficientemente visionaria como para incluir ciertos estándares en los teléfonos móviles que ahora damos por sentado, como los datos que aparecen en pantalla, los tonos de llamada o las cubiertas de colores. Nokia se consolidó en esa década, copando el mercado de la telefonía móvil con sus modelos, el más conocido hasta día de hoy fue el Nokia 3110, que salió al mercado en 1997, aunque el más vendido fue el Nokia 1110, del año 2005.

Sin embargo, la entrada en el siglo XXI marcó el comienzo del declive de Nokia. En EE.UU., Apple y RIM comenzaron a comerle terreno dentro del sector de la telefonía inteligente. El principal problema que tuvo Nokia (aparte de las demandas y contrademandas contra Apple) fue el software; si la filandesa estaba muy consolidada como fabricante de hardware, la telefonía inteligente dependía más del software y los servicios. Algo que intentó contrarrestar haciendo cambios profundos y dando un mayor énfasis a los servicios que requeriría un teléfono inteligente. Sin embargo, no fue suficiente para competir en un mercado donde otras compañías estaban ya despuntando con más éxito.

Así, Nokia comenzó su caída, en 2012 sus acciones cayeron de un máximo de 40 dólares alcanzados en 2007, a menos 3 dólares. Aunque trató de capear el temporal con una alianza estratégica con Microsoft en 2011, no fue suficiente para evitar que la compañía americana comprase la división de dispositivos móviles y el licenciamiento de las patentes de Nokia en 2013.

Pero eso no significó la desaparición total de Nokia, la empresa pasó a llamarse Nokia Corporation, aun dependiente de Microsoft, adquirió en 2015 Alcatel-Lucent, convirtiéndose en la segunda empresa a nivel mundial en el sector de las telecomunicaciones, si bien, no en el de la telefonía móvil. En 2016 Microsoft vendió la marca Nokia a HMD Global, con quien Nokia firmaría un acuerdo de licencia a largo plazo que convertiría a HMD en el fabricante exclusivo de teléfonos y tabletas de marca Nokia fuera de Japón, lo que daba a HMD el derecho a las patentes esenciales y al software telefónico. Finalmente, en 2017, Nokia firma con Xiaomi un acuerdo de colaboración empresarial y un acuerdo de patentes multi-anual, que incluye una licencia compartida para las patentes esenciales de estándares de capa compañía.

Ciertamente, Nokia no ha desaparecido completamente, pero ya no domina el mercado de telefonía móvil como lo hizo en la década de los 90, y nos sirve como un buen ejemplo para ilustrar las cinco etapas de las que os hemos hablado en la entrada. Desde la primera década del 2000 ha intentado reconducir el negocio, con más o menos acierto, pero sin duda, ya no es el gigante de la telefonía móvil que una vez fue.

Esperamos que esta entrada sobre el ciclo de vida de una empresa os hay resultado de utilidad y podáis determinar en qué etapa se encuentra vuestra empresa a través de ella. En cualquier caso, siempre podéis acudir a la ayuda de un buen asesor para que os ayude a determinar en qué fase os encontráis y si necesitáis cambiar enfoque y estrategias.